Descripción de mi hogar

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Era una colonia de células, cuyo único fin era reproducirse en colectivos para poblar su mundo celular, todas eran saludables, de una estructura inquebrantable, sin patología alguna, es decir completamente sanas, lo que originó la ciudad Límbhyka, la más grande y hermosa del planeta Neurón. Aquellas células eran responsables de crear y cuidar todo ser viviente en aquel planeta, tanto del mundo vegetal como del animal, así como el terrestre y el acuático.

Desde su nacimiento debían recibir una alimentación equilibrada y una educación basada en valores, los cuales ambos elementos le iban a permitir mantenerse con vida, sin sufrir ningún tipo de alteración, la que tenía esta gran misión era la Célula Madre, quien poseía una forma irregular y contenía todos los componentes requeridos para cumplir la labor, además de contener colores que identificaban a cada una de las células por grupos celulares únicos e irrepetibles y cada uno tenía un código bioquímico que las distinguían una de otras.

Realmente era un mundo tan fascinante, que los científicos de todo el universo viajaban hasta allá en naves microcelulares para estudiar su comportamiento y además se encargaban de vigilar su dinámica existencial.

 AVENTURA I

Mi llegada al Planeta Neurón

De pronto escuché una voz, que me decía: ¡ es hora de salir !, no tengas miedo me recalcó. Les confieso, que yo no tenía miedo, por el contrario sentía mucha curiosidad por estar allí. Mi madre, me indicaba pasa por la abertura, aunque es pequeña podrás salir por allí, todos los que estamos aquí lo han hecho. Solo algo me preocupaba, mi gran cabeza, fue cuando decidí dar la vuelta y salir al reverso, así sería más fácil pensé así podrán ayudarme cuando salga parte de mí.

Llegué a la abertura y para mi sorpresa cuando me acercaba una fuerza extraña me atrajo con gran intensidad y salió mi gran cabeza, allí estaba yo y otros, pero de formas diferentes, solo algunos parecidos a mi color. Todos se acercaron a mi, para darme la bienvenida, aunque otros me miraban con gran asombro, pero nadie me rechazó, sentí una sensación muy extraña.

Mi madre me indicó donde debía colocarme y que no podría moverme, solo hasta que se me indicara. De todos modos, estaba muy cansado por el viaje, y aquella paz me invitó a cerrar mi gran ojo, ¡si tengo un solo ojo!, por eso todos me miraban con asombro, pero soy muy lindo eso dicen todos los que me conocen, soy de color púrpura y mi cabeza tiene forma de lupa, por eso me llaman Celupin. Es así, como fue mi llegada a Neurón. 


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LAS AVENTURAS DE CELUPIN Y EL PLANETA  NEURÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora