[hola, mag al aparato! q decir de esto mmm pues en principio iba a ser un drabble pero luego se ha empezado a alargar y ha acabado en esto jajaja está sin corregir etc etc pero bueno, espero q os guste!
AH POR CIERTO el pokénavegador es solo de rubí/zafiro/esmeralda y el fic es ORASverse pero mira me da igual jajaja pensad q existe tb en el orasverse]
16. "I'll listen. Whether it's when you're out late at night or scared or whenever- I'll come get you."
Cuando May se despierta sobresaltada, con lágrimas por las mejillas y la camiseta pegada a la espalda por el sudor, ve que está rodeada por la oscuridad de su habitación. No huele el agua salada, no tiene los gritos de Kyogre martilléandole la cabeza sin cesar, no hay nadie esperando fuera que vuelva victoriosa y con vida. Eso ya ha ocurrido.
Respira hondo.
Inspira, espira. Inspira, espira. Inspira, espira.
Estoy bien. Estoy viva. Estoy bien. Estoy viva.
Ha sido un sueño.
Uno demasiado real. Nota los músculos acongojados por el terror y la boca seca.
Se levanta despacio, dejando que sus pies rocen el suelo de su habitación hasta que todo vuelva a sentirse real de nuevo. Siempre que tiene un mal sueño, la sensación de disociación con la que se despierta se adhiere a todos los rincones de su cerebro y no le dejan pensar con claridad.
No se molesta en encender la luz, así que recorre el pasillo que separa su habitación del baño a oscuras. Roza la pared con la yema de los dedos, buscando así la familiaridad de un sitio conocido y la paz que le recorre de arriba a abajo eso. Respira hondo una vez más y se recuerda que no está en la cueva. Está en casa y nada puede hacerle daño.
Una vez en el baño y con los ojos entrecerrados por la repentina luz, se acerca al lavabo y abre el grifo. El agua corriendo la distrae, cosa que agradece. Se lava la cara y se recorre las ojeras con los dedos. Pese al cansancio que siente, sabe que le va a ser imposible dormir ahora.
Regresa a su habitación con el mismo sigilo con el que ha salido. Mira la hora en el despertador de su mesilla, las 03:45 de la mañana. Suspira y se frota los ojos, secos de la falta de sueño. Se tumba y mira al techo. Necesita dormir, desea hacerlo. Cierra los ojos con fuerza.
Puede llamar a Steven, le dijo que lo hiciese siempre que lo necesitase, ¿verdad?
Se muerde el labio inferior. ¿Qué hora sería ahora en Kanto...?
El sonido de la lluvia impactando contra el cristal de la habitación es el aliciente que necesitaba. También llovía el día que casi pierde la vida, el día que Steven la besó por primera vez, y el día en el que se despidieron.
Coge el Pokénavegador de su escritorio y recorre el listado de entrenadores hasta que da con el perfil de Steven. Le va el corazón a mil y se siente como la adolescente enamorada que era cuando le conoció ya años atrás. ¿Cómo podía aquel hombre provocarle semejantes mariposas en el estómago cuando llevaban semanas sin verse?
Porque le quieres, le recuerda una voz en su cabeza. Porque le quieres y conoces su sabor y su olor, la forma en la que le brillan los ojos por las mañanas y la forma en la que te sonríe solamente a ti.
Antes de pensárselo dos veces, la pantalla del Pokénavegador le indica que ya está llamando.
"¿May?", dice Steven al descolgar el Pokénavegador. "¿Qué hora es allí? Aquí son casi las diez de la noche, lo que significa que... ¿son casi las cuatro? ¿Qué haces despierta?"
