you really know how to make me cry

12 0 0
                                    

Llegaste en un lenguaje que jamás supe ni iba a saber. Lo digo así, amor, porque aún hoy, luego de cinco meses de nuestro final, todavía no puedo entender qué vivimos. Un lenguaje de toques gentiles, aromas inolvidables e inconfundibles, y una sensualidad torrencial. En un mundo de ciegos, los que latían se habían encontrado y se susurraban lo imposible. Y aunque ya no estés, aunque te hayas abierto al sol -como tantas veces te lo pedí- en busca de algo mejor que mi calor, te llevo en cada parte de mi ser. No me puedo desprender de la gran pasión que nos envolvió durante un largo y duro año, la pasión que me ató a tu cuerpo tan fuerte que hoy no tengo solo un signo tuyo en mí, seguís siendo la única, mi gran amor. Tantas veces se marcha uno, y tantas veces me fui yo.

Fue demasiado bueno para ser real; demasiado bueno para alguien que jamás había amado y dependido con tanta fuerza de una persona. Pero hoy, y parece que mañana también, decidís no volver. Y no estoy perdiendo las fuerzas para esperarte, nunca lo hago, lo supe desde la primera desilusión que me regalaste con la inocencia e ingenuidad de una niña, pero sí voy perdiendo las fuerzas para amarte.

Jamás me vas a dejar, o al menos el fantasma de nuestra relación me va a perseguir en mis fantasías de medianoche por un largo tiempo más. Sueño que algún día nos reencontraremos muy lejos de esta ciudad, justo como los amantes eternos lo hacen. Sueño y ansío que nuestro amor encontrará una manera de ser de una vez por todas, porque cuando un sentimiento acoge a dos personas de una manera tan drástica y profunda, creo que se genera una complexión ajena entre nuestros cuerpos. Quizás, cuando crucemos miradas y sintamos la energía en cada parte de nuestros músculos justo como la primera vez, podamos ser algo más que nuevamente dos almas en coalición. Porque este amor mío nunca parece acabar, aún cuando todo se ve terminado ansío poder respirarte de nuevo, probar de tu carne, fundirme una y otra vez en la privacidad más sensual que toqué hasta poder sentirme tan entrelazada con tu caliente piel que me vuelvo una con tus costillas, nadando en la infinidad de tu cama.

pedazos de mí, para vosWhere stories live. Discover now