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Caminaba por las calles de la ciudad en plena oscuridad, mis pasos eran lentos y débiles puesto que la lluvia se intensificaba, me dolía la cabeza y comenzaba a perder la visión, quería correr, pero no lo logré, podía escuchar sus pisadas, cada vez estaba más cerca. No podía respirar, me estaba sofocando, intentaba gritar, pero ninguna palabra salía de mi boca, volteé hacia atrás y ahí estaba ese monstruo, se acercó y con cuchillo afilado me cortó la garganta; abrí los ojos, mis latidos estaban alterados y el sudor me cubría el cuerpo. Todo había sido una pesadilla.                                                                                                                                                                               

Después de ese tremendo susto coloqué mi mano en mi pecho e intenté relajarme un poco, mi frecuencia cardíaca disminuía en base a mi respiración, así que inhalé y exhalé con calma, pasó un lapso corto hasta que por fin me calmé.Al estirar mi cuerpo pude sentir y escuchar como mis huesos crujían, tomé fuerzas, me levanté de la cama, fui hacia el baño y realicé mi rutina; aunque había algo que me intrigaba, la puerta de la habitación de mi hermana se encontraba abierta, ella tenía que seguir dormida, entonces, ¿quién la había abierto? No lo sabía, pero lo descubriría.                                                                                                                                              

Unas tijeras se encontraban sobre mi escritorio, las agarré con fuerza y avancé con lentitud, hasta que llegué, ella... no estaba, sobre la cama solo había una carta y un frasco de cristal con una sustancia dentro, rápidamente recogí el trozo de papel, esto no significaba nada bueno. Empecé a leer.                                                                                                                                                                    

"Buenos días, Zack, tengo muy buenas noticias para ti, considérate afortunado y sonríe porque te tengo una sorpresa, es una especie de juego. Como ya lo habrás notado,  Sarah no está en su recámara, no te preocupes, ella va a estar bien, siempre y cuando ganes este juego. Primero que nada debes saber qué hacer, esta es la regla: Si respondes de manera incorrecta los acertijos que te enviaré por correo, tu hermana perderá un brazo y así sucesivamente hasta que no quede nada. En el caso que acertaras, yo te brindaré una pista de su ubicación, además, como soy generoso, le llevaré alimento, pero solo si no fallas. ¿Simple, verdad? Demasiado para mi gusto, por ello te daré un límite, solamente tendrás 20 días para completar la misión, si no lo logras ya sabes que le pasará a la pequeña Sarah, el tiempo corre y tu  vas perdiendo, que tengas mala suerte. Posdata: lo que contiene el frasco es una muestra de lo dulce que es la sangre de tu hermana, deberías beber un poco del pequeño regalo que te ofrezco".                                                                                                                                                                                

Eso era todo lo que decía la carta, sería difícil identificar quién la había escrito, la letra era mecanografiada, además no tenía remitente, lo cual era lógico. Estrujé el pedazo de papel y lo arrojé con fuerza contra la pared, tenía ganas de llorar y gritar, pero no lo hice, debía concentrarme en encontrar a mi hermana, así que me fui corriendo hacia mi cuarto, encendí la computadora y ahí estaba,era un enlace hacia una página desconocida; mis manos temblaban y los escalofríos me invadían, sin duda el miedo me atormentaba, pero tenía que hacerlo, me armé de valor y lo abrí. Esta tortura apenas comenzaba.                                                                                      

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⏰ Last updated: Jan 03, 2020 ⏰

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