FEELINGS

Soltar

  Despegarnos de algo o alguien que quisimos mucho

Esta palabra es muy sencilla de decir pero tan complicada de poner en práctica. 

Cuando alguien nuevo llega a nuestras vidas y nos apegamos mucho a esa persona, imaginar los días sin ella se hace complicado, se ve difuso y provoca hasta desconfianza; como si nos brindara toda la seguridad que por nuestros propios medios no llegaramos a conseguir y sin ella se evaporara instantáneamente.  De repente y sin querer toda tu felicidad depende de esa persona. Lo confirmamos cuando nos manda un mensaje y la sonrisa aparece de oreja a oreja; pero si no lo hace estamos a 500 metros bajo tierra. Si subimos una foto precisamente para que la vea y responde con un "estás hermosa", "que linda sos" o un "me volves loco" y el corazón late a mil por hora. Cuando te comenta que caminando a su casa vio la flor que sabe que a vos te gusta o que pasó por tu café favorito. Hasta cuando te desea las buenas noches y te vas a dormir super contenta.

Tocás el cielo con las manos y, aún sabiendo que estas expuesta a la caída, evadís completamente todo tipo de pensamiento negativo.

Hasta que un día las cosas dejan de ser como eran, menos mensajes y esa perdida de interés comienza a hacerse notar. Ahí, sin el respaldo de esa persona, nacen las inseguridades y las preguntas replanteándose una y otra vez dudando si fui suficiente para él o que hice mal. Como si realmente no fueras consciente de que las personas tienen un ciclo, a veces corto o quizás más extenso que depende completamente del destino. Sostenemos y nos aferramos a la idea de que como el o ella no hay dos, que nadie puede llegar a entenderte de igual forma y que si no es él que no sea nadie.

Y ahí estás, mirando sus redes sociales constantemente buscando si queda algún rastro del amor que juró tenerte o de la importancia que según el tenías en su vida. Ignorando cada like en la foto de otra persona y persistiendo con un dejo de esperanza.

Hasta que finalmente te das cuenta que no estás para eso, que el tiempo pasa y la vida de igual forma, que no te mereces la indecisión de nadie y mucho menos sentirte responsable de sus dudas. Que te quiso un ratito y en un instante dejaste de ser lo que le interesaba porque sencillamente no sintió más esa conexión que los unía.  Y ahí es cuando decidís soltar, irte de igual forma que el lo hizo hace rato, y sin esperar que te busque porque sabés que merecés más. Finalmente, todo eso que jurabas haber perdido vuelve a renacer y ahora más fuerte. Te hizo crecer y aprender de una manera apurada pero no dejó de ser una enseñanza más y eso, eso es lo que lo hace valer.