Capítulo 8: El sentir del Hokage

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Kakashi: Bien, es hora de irnos. -La sacó de sus pensamientos, realmente no estaba segura de haberlo visto antes, pero había algo en Sasuke, que había despertado su curiosidad.

Sin hacer caso a sus pensamientos, al menos por esa noche, Ayane se colocó a su lado para comenzar a caminar.

Kakashi: No, espera. No nos iremos así. No pueden verme contigo.

Ayane: Ay... -No pude evitar sentir que el corazón se le hizo pequeño al escuchar aquello. Se mordió el labio intentando mantener la compostura. - ¿Qué propones entonces?

Kakashi: Seiryú irá detrás de mí, como guardia. Yo llevaré a Raiden...

Ayane: Creí que no te podían ver con nosotros...

Kakashi: Creí que ya habíamos aclarado eso. Se difundió que Raiden es mi hijo y no es a él a quién buscan. Así que, usa tu jutsu de invisibilidad y ve por los tejados.

Seiryú: Tiene razón, Ayane, usa la máscara en caso de que te alejes más que nosotros, así no quedarás desprotegida.

Ayane: Claro, ponte de su lado. -Sacó la máscara de su bolsa trasera y se la colocó, tras unas cuantas posiciones de mano, desapareció.

Kakashi miró a Seiryú, este se acercó y le cedió a Raiden, aún dormido. En cuanto lo hicieron, tomaron la formación acordada.

Ayane: Exagerado... -Los miraba desde uno de los tejados. - Y todavía el que se supone debería estar de mi lado, lo apoya.

Ayane se saltaba de tejado en tejado, a veces se adelantaba tanto, que el jutsu de invisibilidad que le proporcionaba Seiryú desaparecía, haciendo que Kakashi pudiera ver su silueta cada que miraba hacia arriba, otras, su paso lento apaciguaba su andar.

Kakashi continuaba con Raiden en sus brazos, quien dormía plácidamente. Lo echó al hombro y lo sostuvo con un brazo para poder descansar. Las calles aún tenían vida, las personas que llegaban a verlo, se acercaban para saludarlo y apreciar a su hijo, Ryu los respaldaba desde atrás. Así fue por un buen rato, a Kakahsi le gustaba caminar por la ciudad de noche, por lo que disfrutaba su paseo nocturno, más con su hijo en sus brazos. Pese a ello, no podía evitar sentirse un poco melancólico, el cuadro ya era bueno, pero podría llegar a ser perfecto, si tan sólo la mujer que amaba fuese a su lado y no ocultándose por las calles, siguiéndoles en silencio. Este pensamiento hizo que también comenzara a pensar en cosas en las que no había tenido el tiempo de analizar antes y una de ellas era: Raiden.

Le alegraba que ella hubiese vuelto y más con la noticia de que tenía un hijo, pero, el ver todo el proceso que Naruto había llevado con Hinata, lo inundaba de muchas dudas, porque, se había perdido todo el proceso de Ayane y su proceso para ser padre, nunca tuvo tiempo de prepararse, procesarlo, etc. Además, estaba el hecho de que ella esperó demasiado tiempo para volver y hacérselo saber, tiempo importante que tampoco aprovechó. - ¿Realmente soy parte de todo esto? Y si... ¿no fuera mi hijo, pero soy el único que la apoyaría? Nah, no exageres, Kakashi, es idéntico a ti. -Peleaba consigo mismo.

Unos sollozos lo sacaron de su pelea interna. Raiden había despertado y comenzaba a llorar, esto hizo que Kakashi detuviera su andar, buscó con la vista a Ayane, pero no la vio por ningún lado, no sabía como calmarlo y eso lo hizo sentirse peor todavía. -Vaya pedazo de padre del que estás hecho, ni siquiera puedes callar a tu hijo. -Se reprochó a sí mismo.

Ryu: Ayane será mejor que vengas aquí. -Se comunicaba con ella a través de su conexión.

Kakashi: ¿Sueño? ¿Hambre? ... ¿ambas cosas? ¿qué hago? -La presión de la mirada de la gente que se detenía a verlos aunado a su sentir, terminaron por ponerle los nervios de punta y perder el control, cosa, que no era común en él. - ¿Dónde está Ayane?

𝗘𝗟 𝗡𝗜𝗡𝗝𝗔 𝗗𝗘𝗟 𝗗𝗥𝗔𝗚𝗢́𝗡 𝗡𝗘𝗚𝗥𝗢 || 𝐂𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧Where stories live. Discover now