DickDami One-shots

Sacrificios.

Richard sostuvo al pequeño bebé, un niño hermoso, su niño hermoso. Con una delicada piel canela, unos cuantos rizos negros adornando su cabeza y su pequeño cuerpo envuelto en una manta negra.

Siente como su corazón se acelera al verlo, sus manitas inquietas y curiosas buscando liberarlo de la manta que lo protege del frío. No necesita pensarlo mucho antes de darse cuenta que ama al pequeño. Su primer bebé, un niño que llegó cuando lo creyó imposible.

Damián se mueve incómodo en el sofá al lado de la camilla, sin duda, al sufrir las dificultades de dormir en un sillón. Richard sonríe al más jóven, tratando de grabar esta escena en su memoria. El amor de su vida, su hijo y el.

El llanto del niño interrumpe la paz que existía en la habitación. Damián se levanta asustado, buscando cualquier posible riesgo que hubiera en el lugar. Dick simplemente intenta calmar al bebé en sus brazos.

-Ya mi amor, no pasa nada- El primer Robin arrulla al niño y lo acerca a su pecho intentando parar sus sollozos.

-Tal vez tenga hambre, Alfred dijo que estaría hambriento cuando despertara.- Damián se acercó a la camilla donde descansaba el mayor.

Le entrego un biberón aún caliente. Dick se lo acerco a su hijo mientras lo mecía suavemente.

El nieto del demonio solo sonrió al ver a su primer amor alimentar al fruto del mismo amor que compartían. Estaba feliz de lo que la vida le entregó, más que nunca se alegraba de haber llegado a la casa de su padre hace tantos años. Pero una sombra le impedía dejarse absorber por esa paz y felicidad.

Su madre seguía viva y causando problemas alrededor del mundo. Buscando un heredero digno del manto de los Al Ghul. Y ese heredero podría ser su hijo.

-Se lo que estás pensando. Y a mí también me preocupa- La dulce voz del ex-acróbata lo saco de sus pensamientos.

-Mi madre vendrá por el, estoy seguro.- Damián acarició la cabeza de si hijo, el siguiente Wayne y heredero del manto de Robin.

-Podremos protegerlo, estará bien.- Dick dejó de ver a su bebé para poder ver a los ojos a Damián, esos ojos que le seguían quitando el aliento después de años.

-¿Y si no? Además, hay más villanos Richard. El será un objetivo de la liga toda su vida, nunca podrá ser como los demás.- Damián sentía el dolor de la verdad golpearlo, y Dick también lo sintió.

La vida de héroes no es sencilla, siempre hay otra misión, otra pelea, otro villano. Esa vida ambos la eligieron desde niños y han aceptado las consecuencias. Pero el bebé que dormía en brazos de Dick no lo había hecho.

El no eligió que sus padres sean héroes o ser el bisnieto de Ras Al Ghul. Esas son cosas con las que nació, una sentencia que cae sobre el desde antes de conocer este mundo. Además de la constante amenaza de que este día puede ser el último de sus padres, nunca se sabe cuándo una pelea pueda ser la última.

-¿Que piensas? Necesito saber tu opinión, Richard.- Damián dejó de acariciar la cabeza de su hijo. Inseguro de que seguir con el toque logrará calmarlo.

-En que Metrópolis tiene un muy buen orfanato.- Las lágrimas picaban en los ojos azules del último Grayson volador. Apretó su abrazo sobre el niño, temiendo tener que dejarlo solo en el mundo.

-Richard, tal vez sea la única manera de alejarlo de mi madre. Y lo sabes.- Damián agarró la mano de su pareja, aceptando la decisión más difícil de todas.

Sus opciones eran claras: conservar a su bebé y arriesgarse a que Thalia intenté llevárselo o dejarlo en un orfanato donde encontraría padres normales.

Ambas opciones les rompían el corazón. Por un lado, verían a su hijo crecer pero tendrían a la Liga y a Thalía tras de ellos, junto al riesgo de que su hijo pasará lo mismo que ellos, perder sus padres. Ver a la muerte a la cara, sabiendo que su familia no sería la misma.

Pero por el otro, su hijo estaría a salvó, lejos de todo el peligro que significa su abuela, con una familia adoptiva, padres amorosos y normales. Sería feliz, aunque nunca conozca a sus verdaderos padres.

Ambos se miraron a los ojos, sabiendo que una parte de ser héroes es hacer sacrificios por un bien mayor. Y en este caso, su máximo objetivo como padres es la seguridad de su hijo. Buscarían una familia digna de cuidar de un niño con un legado como el suyo.