La rebelión

91 0 0
                                    

-Cloc, cloc, cloc –

Tras empezar la lectura tus ojos empiezan a sentirse cansados, miras a tu libro, pero poco a poco no logras distinguir las letras que ya se encuentran escritas, te preocupas de que pueda ser algún problema visual, pero antes de que puedas analizar lo que está sucediendo con tus ojos, un sonido empieza a escucharse, parece que interrumpe tus pensamientos.

-Cloc, cloc, cloc-

Sonidos parecidos a gotas de agua se escuchan en tu habitación, suenan en perfecta sincronía y por un momento piensas en que está lloviendo afuera, pero pronto te percatas que el sonido es calmado y decreciente.

Regresas a tus pensamientos anteriores, pensando en que puede ser la causa de este problema visual, querías leer el libro, pero ahora no puedes distinguir su contenido, cierras tus ojos esperando que al abrirlos nuevamente el problema visual desaparezca, en cierto modo sientes que aquella calidez que brinda tu habitación desaparece, sientes que no estás en el mismo lugar, así que sin dudar un poco más, abres tus ojos, poco a poco, pero esta vez no ves nada más que obscuridad.

- Cloc, cloc, cloc-

El sonido regresa, pero ahora es intenso, acompañado de una tenue luz que ayuda en segundos a recobrar tu vista, suficiente para observar que enfrente de ti, se encuentra una mesa, miras directamente al mueble, parece que existieran tres objetos más pero no logras distinguir que son.

- Cloc, cloc, cloc-

Fuerzas la vista, quieres saber que esta encima de la mesa, y distingues dos objetos curvos, parecidos a dos copas, en medio, un objeto que al igual que los dos primeros parece tener una base curva, "¿Una jarra?" piensas de inmediato.

-Cloc, cloc, cloc-

Una luz disipa tus dudas, es lo suficientemente fuerte para alumbrar la mesa, pero no lo suficiente como para desterrar la obscuridad que golosamente te tiene acorralado.

Teniendo tu visión limitada, logras distinguir que del lado opuesto se encuentra una silla, pronto mueves tus manos atrás de ti, para encontrarte que estas sentado en un asiento similar.

-Cloc, cloc, cloc-

De pronto el sonido termina, miras a la mesa de nuevo, una de las copas ya no está, al igual que la jarra que las acompañaba. Miras de nuevo a la silla frente a ti, una sombra parece haberla ocupado, por lo menos eso piensas, inconscientemente, te percatas al bajar tu mirada que se trata de una persona, puedes observar sus zapatos.

Pronto la figura que se encontraba abrazada por la obscuridad sepulcral que ahora los tiene acorralados, decide acomodarse en su asiento de modo que su rostro y parte de su torso pueda observarse.

Miras directamente a la misteriosa figura, pero solo descubres que tiene una máscara en su rostro, es de un color negro sólido, te atreverías a decir que está compuesta de cerámica, parece antigua, por lo menos es lo que piensas, te recuerda aquellas mascaras que se utilizaban en el siglo XVII. Aquella manta negra le cubría desde la nariz hasta le frente, acompañada por esta, se encontraba un sombrero de la misma época, cubierto de plumas azules, su vestimenta en si parecía ser muy lujosa, un traje negro con algunos toques de tela muy finos, donde se podían distinguir toques de un negro mate que hacia un perfecto contraste con aquella vestimenta.

Tu mirada deja de centrarse en aquella lujosa ropa, descubres que aquello lo acompaña una sonrisa siniestra, algo burlesca, piensas, decides voltear a ver las cavidades de la máscara, en búsqueda de una mirada con la cuál interactuar, pero tu intento se convierte en fracaso, puesto que aun la obscuridad los rodea a ambos.

LA REBELIÓNWhere stories live. Discover now