Lumos

Bueno chicas, este OS es para Inefable. Está ambientado en el mundo de Harry Potter así que quiero advertir de que saldrán personajes de la saga. Perdonadme si hay algún error pero lo he hecho lo mejor que he podido, espero que os guste y que lo disfruteis. 

Ese día, las nubes estaban tan bajas que llegaban a tocar las torres más altas de la ciudad. Se había creado una niebla espesa que no parecía querer deshacerse nunca, y que conseguían que la gente estuviese malhumorada. Los días grises nunca eran bonitos en Londres. La dulce y tortuosa lluvia caía sin parar desde hacia días, y los paraguas cada vez eran más frecuentes en las calles.

El inicio del mes de noviembre había traído a la pequeña y oscura oficina de los aurores, una cuantidad de trabajo que había que los pergaminos llegasen al techo. Dichos aurores, después de catastróficas misiones debían ocuparse del papeleo y de entragar los reportes a tiempo. Ésa, era la precisa, y prácticamente única tarea, que Agoney odiaba de su trabajo.

Después de dos años ejerciendo de auror en el Ministerio de Magia, él y su compañero se habían encontrado con una de las peores misiones hasta el momento. Se estaba temiendo la amenaza de un mago muy oscuro, se decía – aunque, hasta el momento tan solo eran rumores – que el dicho mago Lord Voldemort, había conseguido un pequeño ejercito de magos y otras criaturas mágicas. Des de que la amenaza de Voldemort se hizo más presente en el mundo mágico, muchos muggles habían desaparecido o se habían entrados muertos de causas demasiado extrañas como para no relacionarse con la magia.

Alastor Moody, jefe de los aurores, les había encargado misiones por parejas, y cada una de ellas se encargaba de buscar, atrapar y meter en Azkaban a un mortifago. Algunos de ellos todavía no se habían identificados, y otra de las ocupaciones de los aurores era encontrar quienes eran.

– ¿Aún no has acabado? – preguntó la voz irritante de su compañero de trabajo. – Llevas aquí todo el día.

Agoney dejo los ojos en blanco cuando el chico se apoyó sobre su mesa.

– Déjame en paz – dijo el moreno – demasiadas horas te he soportado esta semana.

– A ver si nos organizamos mejor, eh. – Contestó con tono de burla, para después morder la manzana que tenia en las manos.

– Raoul, te lo pido por favor, déjame en paz.

El chico rubio levantó ambas manos en son de paz, dejando al chico con todo su papeleo.

– Te puedo ayudar.

– No necesito tu ayuda – contestó rápidamente Agoney sabiendo que diría el chico y siendo consciente de la derrota emocional que significaría aceptar la ayuda de su odioso compañero de trabajo y rivales durante sus años en Hogwarts.

– Vale – dijo finalmente el chico dejando su manzana mordida sobre la mesa de Agoney – nos vemos mañana, prepárate porque nos van a dar otra misión.

– Ya lo sé.

– Y seguramente sea ir a por un mortifago – continuó el chico.

– Ya lo sé. – Concluyó Agoney volviendo a dirigir su mirada hacia el pergamino que tenia entre manos.

– Pues tienes que estar preparado – dijo Raoul mientras cogía la túnica negra de encima de su mesa. – No sabemos a lo que nos enfrentamos y tenemos que trabajar juntos.

Agoney decidió ignorar al chico, concentrándose en terminar su trabajo lo antes posible. Cuando les dijeron que iban a trabajar juntos – hacia ya dos semanas aproximadamente – Agoney no se lo tomó demasiado bien. El muchacho de pelo rubio y sonrisa amplia era de las personas más arrogantes que Agoney había conocido, y bonitas. Siempre tenia una sonrisa en la cara, especialmente cuando tenían una misión complicada o, como Agoney recordaba que tenia, al hacer los exámenes finales en Hogwarts, que siempre que dirigía su mirada a él, desprendía un aura de seguridad y entusiasmo al que el ceño fruncido de Agoney siempre envidiaba.