Único.

1.7K 233 68
                                    

Era un día de esos donde Obanai salía a pasear y de paso, hablar con Kyoujuro. Después de todo, se crío con ellos cuando Shinjuro lo salvó.

Y sin esperarlo, Kyoujuro suspiró y su sonrisa se desvaneció por un momento, dando paso a una expresión tranquila casi triste.

Tanto Kaburamaru como él lo miraron con curiosidad.

¿Qué estaría pensando el pilar de la flama?

- Iguro-san, ¿Recuerdas a mi discípula?

- ... Sí. - ¿Cómo olvidarla? Era simplemente única. Se avergonzó ante sus pensamientos. – Pero, ¿A qué viene ella?

Rengoku lo miró, con una pequeña sonrisa.

- Si llego a faltar, por favor, cuídala. – le pidió, confundiéndolo. – Sé que ella es una mujer fuerte y sabe cuidarse...

- Pero yo...

- También sé, que te consideras alguien débil, Iguro-san, pero, aun así, te lo pido de todo corazón. – le sonrió. - ¿Podrías hacerlo?

Obanai se quedó callado, sopesando. Hasta que finalmente accedió.

Rengoku le sonrió feliz, aliviado.

- ¡Gracias, Iguro-san! ¡Sabía que podía contar contigo!

...

Cuando su cuervo le anunció que el pilar de la flama había muerto, una opresión en su pecho le invadió. Su amigo había muerto, alguien tan recto y puro, había muerto antes de tiempo.

No tenía tiempo para llorarlo, porque él debía velar por alguien más. Rápidamente fue con Kanroji, quien comía dangos en silencio, aunque para él era obvio que se había enterado de la noticia.

Se sentó a su lado, en silencio, siendo notado finalmente por ella. Quien le regaló una sonrisa.

Una que quería parecer feliz.

- ¡Oh, que sorpresa Iguro-san! ¿Quiere uno?

- Kanroji-san... Por favor, no se fuerce a sonreír si no quiere.

- ¿De qué está hablando Iguro-san? Yo... - las lágrimas comenzaban a nublarle la vista, y su sonrisa comenzaba a temblar. – E-Estoy bien, no se preocupe.

- Está bien llorar.

"- Si llego a faltar, por favor, cuídala."

Saltó los dangos que estaba comiendo, abrazando al pelinegro, quien también la abrazó, llorando con ella. Kaburamaru los rodeó a ambos, triste, y con pequeñas lágrimas en sus orbes carmín.

Después de todo, un ser querido se había ido. Alguien importante había muerto, y estaba bien llorarlo.

Y Obanai Iguro, se dijo que cumpliría realmente con la última voluntad que su amigo le había pedido. y con más razón, se haría más fuerte.

Para protegerla, y proteger esa sonrisa que amaba.

-Traumada Taisho

No se crean, que a mí me dolió escribirlo. Además, Iguro es mi favorito </3

Si llego a faltar  [Obanai & Mitsuri & Kyoujuro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora