❆ "𝖭𝗎𝖾𝗏𝗈𝗌 𝗌𝖾𝗇𝗍𝗂𝗆𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈𝗌"

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-¡Elsa! -Honeymaren apareció tras de Elsa y le dió un fuerte abrazo colocando sus brazos sobre el pecho de la antigua Reina de Arendelle y a la vez estrechando cariñosamente sus mejillas contra las de ella.

-¡Honeymaren! -Elsa correspondió al abrazo apretando delicadamente los brazos de la chica Northuldra contra su pecho. -¡Ven! Siéntate aquí conmigo -dijo Elsa regalándole una tierna sonrisa a Honeymaren y señalándole su lado derecho para que se sentara junto a ella. Honeymaren asintió gustosa y se sentó a lado de Elsa. -Es muy exquisita la vista desde aquí arriba -pronunció la joven de cabellos blancos mirando desde la orilla del acantilado en el cual se encontraban sentadas.

-Hay muchas cosas más que tienes que ver, Elsa... hay un mundo que descubrir aquí dentro del Bosque -Honeymaren acarició románticamente con sus dedos la delicada mano de Elsa que al instante se estremeció. -¡Quiero mostrarte algo!... -los ojos de la joven morena centellaron fugazmente y retiró su mano de la mano de Elsa cuando ésta comenzó a tornarse helada.

-¿Qué?... -Elsa encaró con picardía su ceja derecha y sonrió tímidamente. Honeymaren hizo facción de estar pensando y después soltó unas risitas.

-¡Es sorpresa, Elsa! -le guiñó coquetamente la chica Northuldra para después regalarle una tierna sonrisa. Elsa sólo se limitó asentir con una gran sonrisa en sus labios.

-¡Me agrada tu compañía, Honeymaren! -mencionó Elsa acomodando con delicadeza su cabeza en el hombro de la chica a la cual estaba hablándole.

-¡También me agrada tu compañía, Elsa!... nunca había sentido la necesidad de estar acompañada por alguien como lo siento contigo. ¡Eres grandiosa y, me fascina estar a tu lado! -Honeymaren depositó un casto beso en el cabello color nieve de Elsa.

La antigua Reina de Arendelle alzó su cabeza encontrándose con la mirada fugaz de la chica Northuldra, ésta le sonrió y Elsa le devolvió la sonrisa mordiéndose el labio inferior con nerviosismo.

-¡Tú eres grandiosa, Honeymaren!-pronunció Elsa acercándose más hacia ella. -Eres valiente e intrépida... además de ser muy hermosa... -la mirada de Elsa lanzó destellos y un color rojo intenso comenzó asomarse por sus pálidas mejillas.

Y en cuestión de segundos, Elsa tomó cálidamente de las mejillas a Honeymaren y acortó la distancia que quedaba entre ambas con un tibio y delicado beso, el cual fue correspondido con la misma intensidad.

Mágicos y fríos copos de nieve caían sobre Elsa y Honeymaren mientras ellas expresaban su amor mediante un casto beso.

-¡Tú eres hermosa, Elsa! - afirmó Honeymaren separándose un poco de ella. -Creo que... te ha gustado el beso, ¿verdad? -cuestionó una Honeymaren con las mejillas sonrosadas. -Porque, bueno, veo que te he hecho nevar... -sonrió con timidez Honeymaren viendo todos los copos de nieve que caían sobre ellas. En ese instante, las mejillas de Elsa se colorearon con un rojo ardiente.

Esta vez, la joven de cabellos oscuros tomó de las mejillas sonrosadas a la joven de cabellos blancos y la volvió a besar.

-Nunca antes había sentido algo como esto... nada parecido a lo que estoy sintiendo por ti, ⟨Honey⟩... -susurró Elsa con cierto nerviosismo en su voz. -«No puedes comprometerte sentimentalmente con una chica que acabas de conocer» -pronunció Elsa imitando a su querida hermana Anna, -seguramente eso me diría Anna si yo decidiera hablarle de esto que estoy sintiendo -Elsa soltó unas pequeñas risitas y Honeymaren la imitó.

-Yo también estoy sintiendo algo así, ⟨Snowflake⟩... -Elsa comprendió el por qué de su nuevo apodo cariñoso, -nunca antes había sentido esto que siento ahora por ti... -comentó nerviosa la joven morena mientras que la lluvia de copos de nieve arreciaba sobre ellas. -¡Ven! Quiero mostrarte tu sorpresa -Honeymaren tomó a Elsa de la mano y entrelazaron sus dedos.

Elsa y Honeymaren tomaron rumbo hacia unas gigantescas montañas cubiertas por una ligera capa de nieve que se encontraban un tanto alejadas de donde ellas estaban anteriormente.

En todo el trayecto del camino hubo charlas, juegos cariñosos y risas por parte de ambas; derrochaban dulzura, estaban felices de haber coincidido.
Sus almas transmitían paz y amor, se nutrían con el simple hecho de conocerse.

Honeymaren se detuvo para informarle a Elsa que ya habían llegado a su destino; la mirada de ambas brillaba con jovialidad.

-¡Hemos llegado, mi Snowflake -Honeymaren hizo una seña a Elsa para que ambas fueran a sentarse en la capa de nieve que había sobre la montaña a la que habían decidido subir.

-¡Es maravilloso, Honey! -Elsa desbordaba alegría al mirar todo su alrededor.

-Aún falta lo mejor -susurró la joven Northuldra y apuntó hacia unas montañas café-verdosas que se encontraban frente a ellas. -¡Es la hora dorada! -dijo Honeymaren refiriéndose al "atardecer" y tomó con cautela la delicada y helada mano de Elsa, para después entrelazar sus dedos.

-¡Esta es la mejor sorpresa, Honey! -le sonrió Elsa con amor y sus pupilas se dilataron.

Honeymaren se acercó más hacia Elsa y posicionó sus brazos sobre el suave cuello de la antigua Reina de Arendelle.

-¡Sabía que te encantaría! -la joven de cabellos oscuros acercó sus labios a los de la joven que estaba frente a ella y la besó.

Mientras el incandescente sol y sus rayos naranjosos se ocultaba tras las montañas, la joven Northuldra y la joven de Arendelle se besaban con ternura; copos de nieve comenzaban a caer nuevamente sobre ellas, aquella escena era mágica, transmitía amor.

Eʟsᴀᴍᴀʀᴇɴ | Oɴᴇ Sʜᴏᴛs Where stories live. Discover now