UNA NOCHE EN NAVIDAD

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Diablo estaba cansado de escuchar de nuevo lo mismo del demonio Lucas.

"Siempre lo mismo" pensó.

Agito su mano como gran señor de las tinieblas, como todo rey que ha saboreado el don del poder y con miles de años en el cargo hubiera hecho, esto con la  sintonía y significado de que sus eternos sirvientes (los humanos) salieran del lugar.

Odiaba que estuvieran ahí, porque oía los frenéticos latidos de sus corazones, sabía que le tenían miedo, ¿Cómo no asustarte, cundo estás alado de tu peor pesadilla?

Pasaron los minuto y se harto.

"¡Suficiente!" .

Por medio de un portal, lo cual era habitual en el, ya que siendo el señor de las oscuridad podía simplemente decidir abandonar cualquier lugar. Por medio del portal se movió a una de las 8 aldeas del inframundo,  lo cual no era nada común y hacia más de 300 años que no bajaba al mundo donde sus demonios están destinados a pasar su condena.

Le repugnaba ir ahí.

El lado bueno de aquello, es que había sexys  diablitas  y como siempre, cada vez que pasaba por alado de ellas, se les quedaba viendo, en bobadas.

Era tan gracioso ver como tan solo sonreírles podía causarles aquello.

Le fastidiaba  escuchar a los humanos agradecerle a Dios por hacer "milagros",  y al siguiente día caían en sus peores adicciones y dejaban en segundo plano a su asqueroso padre.

Eso le conforto. Era el, quien estaba en la penumbra asechando a sus víctimas que al final caían en las redes.

Llego a la cantina y entró.

Vio todo tipo de monstruos: altos, chaparros, grandes, gordos, flacos, con ojos, sin boca, etc.

La intención de bajar a la aldea, tuvo un solo propósito, la de encontrar a uno de sus demonios el cual hacía ya años que no le era satisfactoria la ejecución de sus maldades.

Todos estaban callados, sabían quien era el, sabían como era su temperatura, sabían lo terrorífico que podía ser, sabían el peligro que  podían correr si hacían o decían algo que el no le pareciera.

Lucas era un demonio joven, tenía 1999 años, era apuesto, no tanto como el diablo pero lo era, y por si fuera poco, atrevido.

Se sentó y lo miro.

-¿a que se debe su presencia, mi rey?— sonrió mostrando sus afilados dientes.

-¡No te hagas el gracioso! Sabes muy bien porque estoy aquí.

-¡oh vamos!, ¿por eso te vas a enojar? Solo era una pequeña travesura

-"Tú pequeña travesura" pasó el límite de tolerancia, no te soportaré. — lamió sus  labios— ve el lado bueno, irás a otro lugar donde puedes hacer.....¡Lo que se te de la gana!, pero tráeme más almas. ¿Aceptas?. Bueno, da igual tu opinión, igual te mandaré.

Y desapareció.

Lucas por primera vez se sintió asustado.

Salió de aquel lugar, sin tener una gota de alcohol en su sistema nervioso, estaba desconcertado, se le había quitado la sed de alcohol.

En la esquina vio a un hombre, vestía con una túnica oscura cuya capucha le tapaba la cabeza.

Sabía quién era.

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⏰ Last updated: May 02, 2020 ⏰

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 One Night at Christmas ®Where stories live. Discover now