~SOLO UN (efímero, pero cruel) SUEÑO~

Anoche tuve un sueño.

Uno en el que tú te encontrabas.

Y me mirabas.

Me mirabas con amor.

Yo forcé mi vista para observarte.

Observar cada detalle de tu rostro.

Y memorizarlo.

Y que cada vez que piense en ti te vea claramente.

Cada vez que te escuche.

Y me sonroje.

Avergonzada por mirarte tan intensamente.

Por que nuestras miradas se cruzasen.

Con un cálido rubor en mis mejillas.

Tú me miras. Y sonríes.

Con tu perfecta y adictiva sonrisa.

Algo que no me termina de gustar.

Porque es desagradable.

Es desagradable que esa sonrisa no vaya dirigida a mí.

Es desagradable cuando aparto la mirada.

Es desagradable cuando ríes.

Y solo puedo escucharlo.

En la lejanía.

En el anonimato.

¿Dejarás algún día de ignorar mi existencia?

Y en vez de eso.

¿Buscarás con ansia mi mirada, al igual que yo lo hago?

¿Siquiera podré mirarte de frente?

Cara a cara.

Pero en el fondo no quiero que eso ocurra.

Porque cuando pueda verte, no sé dónde tendré mi mirada.

Porque tengo miedo de que me odies.

De que no vuelvas a hablarme.

Pero no puedes dejar de hacerlo, si en un principio no pasó.

Tampoco puedes mirarme si yo no te veo.

Entonces, ¿qué debo hacer?

Al contrario de lo que muchos dicen.

La vida es justa.

Para bien.

Y para mal.

Si yo no te dedico mi mirada, tú no me dedicarás tu dulce voz.

Ni tus bromas.

Ni tu risa, tus carcajadas.

En realidad no sé cómo eres.

Cómo luces.

Cómo se ve tu cara.

Tus ojos.

¿No te parecería desagradable alguien cómo yo?

¿Alguien que no ve?

¿Alguien que sollo te puede observar en sueños?

Entonces...

Por favor.

No te acerques a mí.

No te acerques a ciegas.

Sin mirar por dónde vas.

Mirar por dónde pisas.

Cuida tus pasos.