Zona 52

Parte 1

Soy Yoshida Tadashi y por algún motivo me encuentro en el nivel 1, la zona de los marginados y no comprendo cómo llegué a este sitio. Lo último que estaba haciendo era bebiendo con un joven, creo ver una silueta conocida, familiar. Es extraño que teniendo el nivel cognitivo que poseo me hayan tendido una trampa. Para ser un poco más claros, yo vivo en la zona 52 antiguamente llamada Tokio. Actualmente las personas son divididas según su nivel de IQ de esta manera se quiso mantener una élite en la estirpe humana. Todas las personas que no superen el puntaje deseado son enviados a esta zona, la zona 1. Puedo oler el caucho quemado en las calles, todo se ve nublado, no hay color por ninguna parte. Esa silueta se acerca a mí me pide que despierte, que lo observe - abre los ojos- dice. Y en ese momento me dice su nombre

- Recuérdame Tadashi, soy Yoko, si Yoko. Ni siquiera tengo derecho a un apellido, solamente así es como me llamo.

Contaré de qué manera llegamos a este punto. Gracias a las enfermedades, problemas ambientales y todo lo generado por el ser humano, se decidió que en todos los países se iniciara la búsqueda de nuevos genes, genes puros y de calidad, que provinieran de la mejor estirpe existente. Esto implicó que las personas empezaron a unirse por conveniencia genética y de esta manera, los gobiernos asegurarían tener hijos que fueron producto de lo mejor de lo mejor. Así fue como yo nací. Pasó mucho tiempo después que el proceso se iniciara. Hasta que hace años dio el fruto que ellos esperaban, niños mejorados con capacidades intelectuales superiores y capaces de generar nuevos conocimientos en ciencia e Innovación y que permitieran mejorar el mundo. De alguna manera esto provocó que las otras personas, aquellos que no cumplían con la casta genética mejorada, fueran relegadas a sitios pequeños, albergues en lugares apartados y además se inició la prohibición. No se les permitió reproducirse entre ellos para así empezar a mermar su estirpe. La "raza impura" es como yo los conozco.

Dentro de la zona 52, sitio del cual provengo nunca nos hablan sobre ellos, son casi un mito. Ahora que lo pienso, estábamos teniendo una celebración. Hablando sobre ciencia, los proyectos que tenemos nuevos para mejorar el planeta hemos logrado avances en ese sentido. Pero en lo más recóndito de mi mente, sé que había una persona, un joven, y es justo quien ahora veo ante mis ojos. Ese joven parecía saber sobre algunos aspectos científicos y me interesó lo que estaba hablando. Debí ser más cauteloso. Normalmente soy muy detallista y mis ojos observan cada uno de los pequeños detalles de las personas. Quizá decidí olvidar la copa que él me brindó. Supuse que sí estaba en este sitio hacia parte de esta élite. Estaba equivocado.

En la zona 52 nos recluyen lejos de nuestras familias. Ellos tienen un Rango superior al nuestro por supuesto, por edad y experiencia, y están todo el tiempo ocupados. Es muy típico de los niños inteligentes el ser abandonados por sus padres. Asumen que somos autosuficientes, pero eso nunca me importó. Siempre estuve centrado en el trabajo que nos daban. Lo único que hacía era buscar soluciones para los problemas ambientales. Con algo de orgullo, si es eso lo que siento. Yo encontré la cura para varios problemas. Ya suponía de igual manera que, como cosa extrañísima dentro de cada gobierno, el bienestar no se brinda fácilmente. Los intereses políticos y económicos siempre son superiores al estado del pueblo, hace años que obtuvieron de mi la solución a ese y otros problemas como la influenza de todo tipo e incluso del temido SIDA en las clases medias, sin embargo, el gobierno ha decidido inculcar la ignorancia. Aquí es evidente la falta de moralidad, y es ese el mayor problema. Pero de alguna manera los entiendo. Siempre he entendido más que las demás personas.

Yoko abre nuevamente la boca y dice:

-Tengo una solución. Sé qué crees que no entendemos lo que sucede, sé qué crees que somos de una estirpe inferior, pero no es así. Mi padre también ha sido un hombre que está dentro de la alta estirpe, solamente decidió ignorar a mi madre y de paso mi existencia. Pero supongo que poco me interesa. - hace una pausa, creo verle un mohín de dolor en esa última frase.

- he crecido observando dentro de este sitio cómo suelen sacar ideas sobre mejorar nuestra raza, de hecho, han intentado experimentar con los nuestros, pero no comprenden que dentro de la variedad está la solución a sus imperfecciones. Porque de hecho no son perfectos. Supongo que todos los gobiernos son de esta manera y pretenden que no nos eduquemos. Solamente les brindan educación a ustedes, ni siquiera les venden la educación como pretenden hacerlo con la clase media. No comprenden que nosotros sabemos mucho más de lo que ellos creen. Creen que no entendemos la razón de nuestra existencia, pero lo hacemos. También comprendo la mía más clara que la de cualquiera. Y me asegurare que tu comprendas tu lugar en el mundo. Tú le enseñaras a todos los demás lo que sabes. Sí, seguro que te preguntarás cómo llegué ese día ahí. Pues yo provengo de allí. Yo escogí no pertenecer más y cuando tú conozcas este mundo entenderás porque, her-ma-ni-to.