One shot

568 9 2
                                    

Zac volvió a dar vueltas en su cama, mientras apretaba su mandíbula con fuerzas, intentando centrar por vigésima vez su atención en el cuaderno que tenia frente a sus ojos. Un suave suspiro escapo de sus labios, al tiempo que dirigía una de sus manos hacia su cabello desordenándolo levemente a ver si de esa manera lograba despejar su cabeza y centrarse en lo que debía.

Sin embargo, todos sus intentos fueron en vano, lo que logro como consecuencia que una suave maldición escapase de sus labios; ¡diablos! -mascullo mientras se preguntaba- ¿Por qué era incapaz de entender la maldita formula matematica que tenía en su cuaderno?

El sonido de risas y chillidos, respondieron de inmediato a su pregunta; una nueva maldición escapo de sus labios mientras pensaba en la culpable de sus males; Brittany y su estúpida noche de chicas era la causante de que su noche de estudio estuviese yendo directo al carajo.

Zac revoleo los ojos al oír las incesantes carcajadas y se pregunto de inmediato, en qué diablos estaba pensando cuando le había dicho a su hermana que podía hacer su dichosa ‘junta de chicas’. Fue entonces, que una ya conocida y melodiosa carcajada se alzo súbitamente, destacando en aquel barullo de voces femeninas que se escuchaban al otro lado del lugar. El castaño, apretó los puños inconscientemente, recordando que era lo que estaba pensando o mejor dicho mirando ese día que su hermana le había pedido permiso. Su mente evoco traicioneramente la imagen de unas piernas largas y torneadas, bronceadas perfectamente, y una sonrisa coqueta, capaz de dejar a cualquiera sin aliento, no era de extrañar que hubiese accedido tan fácilmente, con aquella provocadora imagen que lo volvía loco. Zac se pregunto entonces, si era tan obvio su estado frente a ella, que hasta su propia hermana lo había notado, usándolo en su contra, para conseguir lo que quería.

El eco de su risa, volvió a resonar en la penumbra de la noche, y soltando un hondo suspiro, Zac se dejó encantar por el hechizo que suponía aquella dulce y sensual voz, mas no fue por demasiado tiempo, ya que pronto las risas cesaron, rompiendo de inmediato el hechizo no invocado. Soltando un hondo suspiro, Zac se paso la mano por el rostro y maldijo en silencio.

– Basta – se corrigió – tienes mejores cosas en que pensar – Dijo y acto seguido volvió a tomar el cuaderno, para concentrar sus energías en la fórmula matemática que tenía en frente, dejando que los minutos pasaran – Y así, la sumatoria da como resultado –

Nuevas y -esta vez- más estrepitosas carcajadas hicieron eco en el lugar, rompiendo de golpe con su concentración, furioso y cansado por la constante interrupción de la que era objeto; Zachary emitió un gruñido, y se levanto de golpe dispuesto a dar por finalizado aquel griterío que lo tenía en tal estado – Malditas adolescentes de 17 años –mascullo antes de finalmente abrir la puerta blanca que habría el paso a la habitación de su pequeña hermana-

– Oh si, realmente no hay nada más sexy que un hombre mayor, ellos sí que saben cómo complacer realmente a una mujer – emitió curvando una picara sonrisa en su rostro la muchacha rubia que ocupaba el centro de la cama. Esperando oír un sinfín de carcajadas y sin advertir la presencia de aquella persona tras de sí, la muchacha se apresuro a añadir- ese tipo de hombres son los que a una les gustaría… – no alcanzo a terminar la frase, cuando oyó el suave carraspeo tras su espalda, de inmediato la chica volteo, solo para encontrarse frente a frente con el ceño fruncido y la mirada furiosa de su hermano mayor – Zachary ¿¡qué diablos estás haciendo acá!? Y yo que pensaba que con tanto estudio habías logrado aprender aunque fuese un poquito, ¿acaso no sabías que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación? –critico con sorna la rubia, intentado aligerar el tenso ambiente que se había generado en la habitación. 
– Tampoco es educado chillar como mono a las 12 de la noche, pero ya lo vez Britt… – la rubia hizo un mohín, mientras levantaba su cabeza, altiva, ante las palabras de su hermano- tengo que estudiar por favor, podrías al menos bajar el volumen de tus decibeles… – pidió cansinamente el castaño.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 24, 2014 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Una noche con ellaWhere stories live. Discover now