¤Prólogo: Llegada a la Tierra¤

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Drew McIntyre era un ángel protector de las almas de los niños pequeños, su función era no permitir que ninguno tuviera pesadillas aunque a veces el trabajo era tan pesado que era a menudo que dos de cada cincuenta niños por las noches sufría de pesadillas, y para suerte de él, el Todopoderoso lo entendía. En eso llega San Pedro a vigilar que Drew estuviera realizando su labor y no durmiendo ya que era costumbre en el escocés dormir mucho durante el día.

-¿Todo bien Drew?-

-Si, sólo que vigilar a 50 niños a la vez para proteger sus sueños es algo pesado, aunque no me quejo-

-Es normal, el mal siempre quiere entrar en sus puros corazones y perturbar sus sueños y te recuerdo que tu función es impedir que eso suceda-

-Lo sé, y trató de hacer bien mi trabajo-

-Sabes que de eso depende mucho su desarrollo en un futuro Drew- el ángel asintió y vigilando a cada niño murmura.

-Lástima que ser niños sea lo único bueno que tengan los humanos- Todo pasó muy rápido. Drew fue arrestado por dos guardianes y llevado ante el Todopoderoso que se encontraba enfadado.

-¿Así que piensas que los niños son lo único bueno que tienen los humanos?-

-Así es señor. He visto tanta catástrofe, tanto sufrimiento, dolor, hambre, muerte a causa de ellos que por eso pienso de esa manera.- Hizo una reverencia.

-Nadie es perfecto Drew, y no todos mis hijos son así, y para que creas lo que te digo, por tu falta de compasión y porque dejaste que el odio se apoderase de tu corazón, te expulsaré del paraíso, caerás en la Tierra, serás un ángel caido inmortal y cumplirás una misión que te tengo encomendada: Una de mis hijas, quiere acabar con su vida porque el hombre que cree amar esta con nosotros ahora, y si eso sucede no podrá entrar al paraíso porque aún no es momento que yo la llame a mi Reino, tu misión Drew es salvarle la vida y devolverle la felicidad total. Si cumples, te levantaré el castigo y volverás pero hay una condicion.

-¿Cual?- pregunta Drew.

-Si te enamoras de esa mujer que te acabo de mencionar, en cuerpo, alma y pensamiento por más que hayas cumplido con la misión, yo voy a quitarte la inmortalidad, los poderes y serás un ser humano completo, común y corriente- Drew palideció ante esto, pues no imaginaba la vida en la Tierra como un ser humano común y corriente y sin poderes.

Dicho esto. Dios ordenó a San Pedro que los guardianes llevasen a Drew a las puertas del paraíso. Obedecieron. Le quitaron las alas y San Pedro de un empujón lo hizo caer al abismo del purgatorio, luego cayó al espacio y sin detenerse, rompe la barrera del sonido y a altísima velocidad comienza a ver un extenso campo verde cerca de un montón de edificios. Cerró los ojos esperando el gran impacto que jamás llegó. Abrió los ojos y estaba tirado en medio de mucho césped verde.

A lo lejos y a donde miraba, había gente. Estaba en la Tierra, pero no sabía exactamente donde. Se acercó a una anciana y sintiéndose muy estúpido le preguntó.

-Disculpe. ¿Donde exactamente me encuentro?- se rascó la cabeza.

-Central Park, en la ciudad que nunca duerme. Nueva York- Drew abrió los ojos a más no poder y se alejó. Los edificios que rodeaban el parque confirmaron la veracidad de las palabras de la anciana y comenzó a ver cada uno de los edificios. A lo lejos distinguió en el ático de un altísimo edificio a una mujer con cabellera naranja, Lucía triste y tenía una botella de whisky en la mano. Antes de echarlo del Paraíso, San Pedro le había dicho que debía dé buscar a una mujer de cabellera del mismo color que quería suicidarse y que el debe impedirlo a como diera lugar.

-Tu eres mi boleto al paraíso, niña- y teletransportandose hasta el lugar, se presentó hasta ella.

-¿Quien mierda eres?- murmura la pelinaranja borracha.

-Tu ángel de la guarda- sonríe e intenta acercarse.

-Pues que lástima, ya no lo necesitaré estando en el cielo, fíjate.- Se acercó como podía al vacío y tambaleandose.

-Pues no pienso permitir que hagas esto. Debes superar tu pérdida- se acercó tratando de impedir que se lance.

-Y como sabes que estoy sufriendo por una pérdida. ¿Eres un acosador acaso?- gruñe molesta.

-No, ya sabes que soy tu ángel de la guarda y no permitiré que hagas esta estupidez- se acercó más a la pelinaranja y esta estaba a un paso de caer al vacío.

-Sin Seth yo no puedo vivir, ni siquiera pude despedirme de él. Nos íbamos a casar, hace un mes mi vida se fue con él, en ese avión- lloró triste. Drew la miró con pena y decidió contactar con el paraíso para una emergencia. Un portal se abrió y el espíritu de Seth bajó por última vez a la Tierra, Becky lo vio, se alejó del vacío y lloró más.

-Becky, amor no tienes que hacer esto. Yo estoy bien donde estoy.- Tomó sus manos, Drew miraba la escena atento.

-Seth, vuelve a mi por favor- rogó entre lágrimas la irlandesa.

-No puedo regresar amor, pero si pedirte que busques tu felicidad, que rehagas tu vida, tal vez no ahora pero más adelante- la miró muy triste.

-Me pides que... ¿te olvide?- Seth asintió.-No puedo- comenzó a llorar.

-No quiero que te quites la vida por mi Becky, él no te ha llamado aún- acaricia su mejilla secando las lágrimas que aún caían por los ojos de la pelinaranja.

-No puedo estar sin ti Seth- sollozó y lo abrazó.

-Prometeme que vas a estar bien y que encontrarás tu felicidad- corresponde su abrazo-Por favor Becky, prometelo- se separaron.

-Lo prometo- juntaron sus frentes para unir sus labios en un último beso de despedida. El vino para evitar que se matara y despedirse de ella para descansar en paz. Se separaron y él no pudo evitar lagrimear. Sería la última vez que la vería y le causaba mucho dolor.

-Siempre te amaré, Becky. Y te cuidaré donde quiera que esté. Te lo juro- besó sus labios una última vez y se alejó. Drew abrió un portal y Seth se preparaba para cruzarlo. Extrañaría la Tierra y más a la mujer que amaba y siempre amará.

-Cuidala- le pide Seth a Drew y voltea a ver por última vez a Becky- Te deseo toda la felicidad del mundo, Becky, y deseo que pronto puedas superarme y encontrar a un hombre que te haga inmensamente feliz y formes la familia que siempre quisiste- Becky llorando asintió y le gritó que lo amaba. Seth miro el portal y lo cruzó para después, finalmente, desaparecer.

Becky no podía lidiar con tantas emociones que de puro llanto cae al suelo desmayada, afortunadamente, lejos del vacío, y en brazos del ángel.

Un Ángel, ¿Enamorado? ~DREWLYNCH~ >TERMINADA<Where stories live. Discover now