Capítulo 1

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Llegué a Madrid donde mi amiga Paula me esperaba, después de tanto tiempo fuera de casa, haciendo firma de libros y demás opté por irme unos días para allá así estaría cerca de ella, debía contarle todos los detalles de lo que había vivido en estos dos meses. Quería que le informara acerca de cómo es eso de publicar un libro, ella también quería, pero aún no se sentía preparada o algo de eso me dijo. Yo tampoco me sentía de esa forma hasta que me armé de valor y presenté mi obra a varias editoriales, a la mayoría no les convencía mi obra, siempre me decía: "El cupo está lleno ya no podemos publicar más", "No es lo que estamos buscando, lo siento".

Sería más fácil que me dijera: "No nos gusta tu obra" con la verdad hubiera sobrado. Pero cuando ya me sentía algo despreciada por las editoriales, dejé de confiar en mí y me tiré un buen tiempo si escribir nada de nada. Sentía que mi moral estaba en el subsuelo, hasta que un día opté por volver a escribir, me dejé llevar por la magia de las letras y mi imaginación tan volátil, comencé sin miramiento alguno, comencé a escribir a lo que me daba la imaginación, sentía como si la obra se escribiera sola y estuvieran las musas hablándome para que siguiera. Sin esperarlo la terminé y se la enseñé a Paula, para que ella diera su punto de vista, dijo que le había encantado. Así que decidí romper aquella barrera que me separaba de mi sueño y buscando editoriales por Internet di con una que me llamó la atención, sin pensarlo dos veces le mandé mi manuscrito. Por un lado, estaba tranquila, pero por otro tenía miedo de que me volvieran a rechazar, así que no le presté atención y seguí creando historias a través de mis letras. Seguí creando mundos imaginarios y novelas románticas, en las cuales todos los protagonistas de cada una de mis novelas tenían un pedacito de mí.

Un día estando en el trabajo, me llegó un mail, lo abrí para ver que era y lo que leí no me lo esperaba. A la editorial que le envié mi manuscrito lo había leído y dado su visto bueno, lo que significaba que mi sueño se iba a hacerse realidad. Acepté y la verdad que fue todo un bombazo, no esperaba que tanta gente quisiera leer lo que yo escribía. Comencé viajando por España, después me fui a Francia, Portugal e Italia, después de eso me hablaron de que unos editores ingleses estaban interesados en mi obra y querían traducirla al inglés. Hice firmas en Londres y New York. Pensé que había llegado a lo más alto, pero, mi editor me dijo que iríamos a México y Argentina.

Ahora sí que estaba en un sueño.

Después de todo eso decidieron darme un descanso. En ese descanso me fui a la playa con mi familia y pasar un tiempo con ellos.

Y por último me vine a Madrid.

El tren paró en la parada de Atocha y bajé para coger mi maleta, tendría que esperar a mi amiga ya que me dijo que tardaría un poco por el tema del metro. Le avisé para que supiera que ya estaba aquí y me dirigí hacia la salida de la estación.

Al salir oí la voz de alguien a mis espaldas y sabía perfectamente que Paula ya estaba aquí.

—Prii —gritó el mote que teníamos y me giré para recibirla con los brazos abiertos. Cuando llegó a mi altura me envolvió en sus brazos: —Has venido —dijo en medio del abrazo.

—Aquí estoy, te dije que en cuanto pudiera vendría, y ve me aquí —sonreí.

—Me hace tanta ilusión.

—A mí también.

Comenzamos a caminar, mientras íbamos hablando de todo un poco, no era la primera vez que la veía, la primera vez fue en febrero de 2017 me fui con el instituto para ver el museo del prado y el de reina Sofia, ya que iba a un bachiller de artes.

Llegamos al hotel en el que me hospedaría por un tiempo, aún no sabía por cuanto estaría aquí. Ya que me pondría a escribir el borrador de mi segundo libro, lo había empezado solo me quedé estancada en un capítulo a ver si así, cambiando de aires podría volver a inspirarme.

Un encuentro inolvidable (COMPLETA)Where stories live. Discover now