Capítulo 1

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Leer la nota del final


—No seas aguafiestas hombre, tenemos que celebrar que estás de nuevo aquí.

Miro a mi amigo que no deja de sonreír. Acabo de regresar del extranjero después de dos años. Ciertamente estoy feliz de poder volver, extrañaba demasiado a mis padres y a mi hermana.

Mi estadía en Estados Unidos fue muy buena. Tenía un buen trabajo, una buena vida. Pero estaba lejos de sentirme feliz, siempre sentí que algo me faltaba, me sentía... solo.
Pero cuando un amigo me habló de este trabajo y la oportunidad de volver al Perú, no lo pensé mucho para decidir regresar.

—¡Ey! —Un lapicero se estrella en mi cabeza—. Préstame atención idiota.
Le lanzo el lapicero de regreso y miro a mi amigo.

—¿No te vas a callar nunca?

—Te estoy diciendo que todos los chicos se van a reunir esta noche en ese club nuevo, yo he ido y está genial. —Sube y baja sus cejas de manera sugerente—. Van buenas chicas.

—Estoy cansado, Renato. —Recuesto mi cabeza en el respaldar de la silla en la que me encuentro.

—Iras. —Renato empuja mi silla con su pie—. Será como volver a la universidad.

—¡Esta bien! —exclamo—, eres peor que un grano en el culo, iré.

Mi amigo se levanta con las manos sobre su cabeza a modo de celebración.

—Voy a decirle a los chicos —dice con emoción mientras camina con su teléfono en la mano—, va a ser genial. 


<< ¡Eso espero! >> 


Regreso mis ojos a la ventana, tengo una buena vista desde esta habitación, por eso decidí que esta sería mi oficina. Tuve la suerte de encontrar esta casa a los pocos días de mi llegada, de no ser así aún estaría en casa de Renato, quiero mucho a mi amigo, pero tenerlo todo el tiempo a mi lado me haría comerte un terrible asesinato y ni yo mismo podría sacarme de la cárcel.

Me pongo de pie y salgo de mi oficina, camino hasta la parte trasera de la casa, hay un gran jardín con una espléndida piscina, pero que aún no está lista para ser usada.

—¿Cuándo llenaras esa piscina? —la voz de mi amigo detrás de mí me hace girar.

—No lo sé, solo estoy yo aquí. —Me cruzo de brazos—. Creo que es un desperdicio de agua.

—Tonterías —bufa—, podríamos tener una buena fiesta en esa piscina. Piénsalo, todas esas hermosas mujeres en diminutos trajes de baño.

—Renato, ya tienes veintiocho años ¿Cuándo vas a madurar?

—Ya maduré y ahora necesito otras cosas —dice con picardía.

Muevo mi cabeza negando, este hombre no quiere crecer. Profesionalmente es muy bueno en su trabajo, pero cuando se trata de tener alguna relación madura con alguna chica pareciera que se trata de un adolescente. Pero no puedo juzgarlo, supongo que estoy en las mismas.

—Me voy a mi casa. —Palmea mi espalda a modo de despedida—. Vengo por ti a las diez.

Asiento mientras sigo viendo la piscina vacía.

Después de unos minutos regreso a mi oficina, debo terminar unas cosas pendientes. Mañana empiezo en mi nuevo trabajo, uno de los mejores bufetes de abogados, por no decir el mejor; "J&A Hernández" tiene una excelente reputación, aunque también una triste historia detrás.

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⏰ Last updated: Aug 31, 2021 ⏰

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