Capitulo 1: Una vez más

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Estar con ellos le hace permanecer en la ilusión de que sigue de Erasmus en Siena. Solo la saca de esa fantasía, la circulación que aunque fluida, es mucho menos caótica que en la ciudad italiana. Y esas calles que a pesar de todo, siempre tienen ese regusto de hogar.

Ese hogar, del que un día quiso huir y que ahora la hace caminar con añoranza.

Su vida puede decirse que no ha sido fácil, aunque pocas personas pueden decir lo contrario ¿no? Cada uno tiene sus altos y sus bajos, sus problemas y sus alegrías, tampoco es que ella se haya sentido víctima del destino. Pero sí ha sido siempre muy consciente de las peculiaridades que le han rodeado.

Con sólo cuatro años se quedó huérfana debido a un accidente de coche. Coche, en el que ella no viajaba y que la hizo esperar una vuelta de sus padres que nunca llegó. Poco recuerda de ellos, pero su hermana mayor, a la que ahora puede considerar una madre más, se encargó de que mantuviera cada pequeño recuerdo vivo. Tiene mucho que agradecerla, pues con apenas 19 años, los que tiene ella ahora, lo dejó todo para hacerse cargo de ella. La dio una nueva familia, la que poco a poco consiguió crear y de la que siempre se ha sentido parte pese a que haya necesitado alejarse un tiempo.

Puede sonar egoísta, infantil o incoherente. Son su familia, así los siente y les quiere más que a nada. Pero algo empezó a ir mal en ella, cuando nació Lía, la pequeña de la familia. La nueva princesita de casa.

Quizás solo fueron sus hormonas abriéndose paso o puede que fuera una etapa que se había saltado en algún momento de su vida. Pero sentía una necesidad imperiosa de descubrir su identidad, su lugar en el mundo. Y no ese espacio que con mimo y buena voluntad habían creado otros para ella.

El mismo año en que nació Lía, ella cumplía los 18 y con ellos, dijo adiós a ese flequillo que le había visto crecer, ese flequillo, que se quiso cortar simplemente para parecerse a su hermana mayor. Y del que en ese momento necesitó despojarse para empezar a crearse a sí misma. Después, todo lo demás fue un proceso en cadena.

Buscó momentos de mayor intimidad e independencia, incluso a veces parecía que se había mudado al piso donde residía su novio. Hasta que un día cualquiera, frente a ella, un cartel en el tablón de anuncios de su facultad abrió su mundo...

Y así es como acabó estudiando su segundo año de carrera en Siena, Italia. Con esos dos locos que ahora la arrastran al interior de la discoteca y de los que hoy se despide en parte, pues cada uno va a pasar las navidades con su familia. Son apenas quince días, pero son quince días en los que va a perder de vista a quienes ahora la ayudan a caminar por su mundo.

- ¡Vamos Laia!- tira de su brazo Sofía- que vamos por la entrada VIP- señala con picardía

- ¿Entrada VIP?- pregunta con el ceño fruncido

- Sí, digamos que el relaciones de la discoteca... es un viejo conocido- expone sugerente

- ¿Se puede saber en qué momento te da tiempo a conocer tanta gente?- vuelve a preguntar aguantándose la risa por lo que intuye que supone la confesión de su amiga

Sofía es la viva imagen de libertad e independencia. Su look con toques bohemios y su pasión por el arte, da una visión de ella que parece alejada del mundo real. Pero lo cierto, es que es una comprometida de las causas sociales entre las que destaca, su amor por la naturaleza. Su filosofía de vida vegana y su gato Romeo, son prueba de ello.

Tras ellas, con una media sonrisa, contagiado por la vitalidad que desprenden ambas juntas, las sigue Mateo. Y es que en apenas unos meses, les ha cogido mucho cariño a ambas, pese a que la gran mayoría de su círculo de amistades en Siena, piensen en una de ellas únicamente.

InmarcesibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora