PRÓLOGO

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Natasha Romanoff nunca estuvo más orgullosa de seguir corazonadas como en ese instante. Había puesto un rastreador en el reloj de Tony Stark. En el camino se había topado con T'Challa, quien pareció más interesado en atrapar a Bucky que en molestarse con ella por haber ayudado al capitán a escapar. Ella tuvo que convencerlo de que lo mejor sería que ella estuviera presente. En el aeropuerto, no habían tenido tiempo para razonar. Su frase de "¿y si Steve tenía razón y hay más asesinos entrenados listos para atacar inocentes?", lo había convencido. 

El bien común primaba sobre los deseos personales. 

La rusa sabía que debía estar huyendo del gobierno en vez de arriesgarse a ser atrapada, pero no podía dejar solos a sus amigos. Ellos la necesitaban, ¿quién más podía hacerlos entrar en razón? Por lo menos estaba decidida a intentarlo. 

-Esos idiotas... -susurró en su idioma natal mientras caminaba con un arma en sus manos y una linterna en la otra. 

Se había separado del rey de Wakanda. Él estaba más concentrado en buscar a Barnes, mientras que ella quería recorrer todo el lugar. Esa base secreta en Siberia podía tener información importante que les serviría en el futuro.

La señal de la ubicación del millonario se perdía dentro de ese lugar. Hacía bastante frío como para estremecer a cualquiera, pero ella era rusa y tenía buena resistencia. El ligero saco que llevaba encima era más para intentar pasar desapercibida que para aplacar las altas temperaturas. 

De nuevo, otra corazonada la hizo correr en dirección a una puerta de metal que comenzaba a cerrarse. Entró a la otra habitación en el momento justo. El piso de concreto le hizo raspaduras en la palma y rasgó la zona de sus rodillas. Se puso de pie de inmediato, apuntando a los que estaban adentro. 

Tony, Steve y Barnes la observaron sorprendidos. 

-Agente Romanoff, no esperaba tenerla aquí. Esto hará las cosas más interesantes, llega justo a tiempo -Zemo habló desde el otro lado del vidrio blindado. 

La mujer disparó en dirección al vidrio, sin lograr nada. 

En un viejo monitor, un vídeo de pésima calidad comenzó a reproducirse cerca de Stark.

-¿Y esto qué es? -inquirió el millonario. 

Natasha quedó alerta a la expresión de Stark y de Steve. Volteó la cabeza para darse cuenta de que Barnes sabía lo que iba a suceder en la cinta. Si Zemo se tomó tantas molestias para llevarlo ahí, algo malo iba a suceder. Sin pensarlo mucho, se acercó más al millonario. 

-Conozco ese lugar... -susurró Tony antes de caer al suelo, víctima de la descarga que Romanoff le dio a la altura del cuello. 

-¿Qué hiciste? -inquirió el capitán. 

Ella se aseguró de que el genio estuviera vivo, luego esperó a que la cinta se reprodujera por completo para después realizar un disparo en dirección de la pantalla. 

-Lo primero que T'Challa quiso hacer cuando inculparon a Barnes fue intentar asesinarlo, no sabía el final de la cinta, pero imaginé la peor situación. 

Steve no se veía muy sorprendido al saber que su amigo había asesinado a los señores Stark, por lo que ella dedujo que ya lo sabía. Encontraron una salida, la cual utilizaron para llegar hasta donde estaba el rey de Wakanda. Él ya había capturado a Zemo. 

Habían dos naves, así que quedaron en que el wakandiano llevaría al millonario y al criminal de vuelta a Estados Unidos. Natasha insistió en que T'Challa hablara con Tony. Sabía que el genio no comprendería de inmediato, pero tenían que darle tiempo para que asimilara lo que HYDRA había hecho con el Soldado de Invierno. 

Fue un golpe bajo, pero fue necesario informar que Stark estuvo con Steve y Barnes sin intentar capturarlos, así que técnicamente él también había ido en contra de los Acuerdos de Sokovia al no seguir una orden directa. Con tantos héroes en la lista negra, tuvo que hacerse una nueva convocatoria para revisar todos los puntos de los Acuerdos.  Si tenían suerte, los cambios harían que el equipo volviera a estar unido.





Las complicaciones del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora