Ambrosía

Despertar

Ligeramente encorvado y con la mirada baja, el muchacho se mantenía sumergido en su propia burbuja de inapetencia, pues el nerviosismo se cernía sobre él como una espesa nube negra que amenazaba con llevarse todo lo que consideraba estable a su alrededor. Con las manos puestas dentro de sus bolsillos, tanteaba la nulidad de sentirse invisible con sus tristes 15 años, preso de la sensación de haber cometido un error o mejor dicho, haber sido atrapado en el acto. Frente a él, con el aire de superioridad digna de un hermano mayor, se desenvolvía pleno en su propio aire extrovertido como si todas sus facciones exclamaran un molesto e interminable "te lo dije" que se fundía en el malestar general del que caminaba a paso lento como un cachorro regañado tras sus pasos. Sobre los hombros del mayor, descansaba una mochila llena de ropa y otros menesteres que hubiesen servido muy bien para el plan de escape del menor, que dadas las circunstancias que se habían forjado había quedado rezagado a un par de años luz de distancia.

-¿Qué le dirás a papá, Red?- preguntó finalmente el mayor mientras se acomodaba los lentes con ayuda de su mano derecha. El silencio se extendió un par de minutos más antes de que el nombrado se encogiera visiblemente de hombros y sin levantar los ojerosos ojos del suelo se limitó a murmurar una respuesta que de no haber estado uno cerca del otro, hubiera sido confundido con la bocina de un coche o con el fuerte viento.

-Nada- nuevamente ambos guardaron silencio.

-Esto es serio, Red- prosiguió con su sermón el mayor, intentado que su hermano cambiara de opinión, pero fue interrumpido por este último con un suave murmullo que nuevamente fue difícil de escuchar.

-Vamos, Blue, papá no debe enterarse de todo- se defendió Red levantando finalmente la mirada del suelo para fijar aquellos cansados ojos en la nuca de su hermano. No entendía como su situación se había complicado tanto como para estar teniendo esa conversación a las malditas 5 de la mañana, a tres o cuatro cuadras de su casa. Era claro que en el instante en que su padre se enterara de aquello iba a matarlo y estaba en todo su derecho.

-Red- lo llamó de forma que este último presintiera que nuevamente sería regañado, era de esperarse si en toda la semana había acarreado ese aire derrotista que de alguna forma atraía los problemas. Blue bajó la velocidad de su caminata de forma que Red no pudo evitar chocarse contra su hombro y trastabillar dando un par de pasos temblorosos hacia atrás. Blue se giro para enfrentar a su hermano- ya no puedes seguir así, hermano, te estás haciendo daño. Necesito que te detengas.

-¿Qué sabes vos de mi situación?- soltó a la defensiva mientras se llevaba las manos al pecho, demostrando no solo lo cansado que el asunto le tenía sino que también se encontraba dolido. Aquellos ojos oscuros resbalaron por el rostro de su hermano mientras se apresuraban a decaer al suelo nuevamente- deja de juzgarme sin conocer...

- No te estoy juzgando, Red- se apresuró a contradecirlo el mayor mientras daba un paso en dirección al de mirada cristalizada- quiero ayudarte.

-Entonces no le digas a papá- pronunció casi sin fuerzas mientras aquellos ojos entrecerrados procedían a llenarse de lagrimas a una velocidad absurda, Blue se congeló en su lugar antes de abrir sus brazos y sentir como su ánimo también se veía afectado con aquella escena desgarradora de ver a su hermano quebrarse frente a sus ojos sin poder hacer nada para evitarlo. Es así como los recuerdos confundían la realidad, ya que por más que lo intentara solo podía ver a su hermano de pequeño, con aquella mirada cobriza completamente empañada de lagrimas y pidiéndole a su padre que lo levantara en brazos tras asustarse con algún escaparate. Su labio inferior tembló ligeramente cuando vio a Red acercarse y recostar su cabeza suavemente contra su pecho, temblando ligeramente, ni siquiera se había puesto un abrigo antes de escaparse de la casa, tan cegado por amor estaba. Le colocó una mano sobre la cabeza, haciendo que se recostara más contra él mientras enredaba su otro brazo por aquella tensa espalda. No recordaba la última vez que se habían abrazado, tampoco sabía hace cuanto tiempo lo estaba necesitando, pero a la luz de aquellos faroles cercano a esa interminable y vacía ruta se quedaron abrazados. Blue simplemente podía cruzar los dedos para que su hermano recapacitara, para que pudiera ganar aquella batalla que esa relación toxica le había dejado. Cerró los ojos mientras le escuchaba llorar suavemente repitiendo casi como un interminable coro.