Las relaciones a distancia no son fáciles.
Verse por lo menos una vez al mes para ellos es toda una odisea; dos buses, un tren y nuevamente un bus, un camino de casi seis horas que para ellos era simplemente una caminata a la tienda de la esquina ya que el amor que se tenían superaba todos los límites de distancia.
Harían lo que fuese por poder pasar más tiempo juntos, abrazándose, besandoe, teniendo sexo, mimandose y todo lo que implique no tener que separarse.
Mas aunque lo intenten el amor no puede solucionar todas las complicaciones, siempre habrá un algo que intente separarlos.
—¿Cómo qué no hay trenes?- cuestionó el rizado del otro lado del teléfono.
—Dicen que lo cortaron por alguien que se tiró a las vías- explicó- pero no te preocupes, amor, voy a hacer todo para poder ir y pasar el 14 de febrero juntos ¿si?- trato de animarlo el castaño, más no sabía cómo iba a hacer, pues esa era la única manera de llegar.
—Los dos sabemos que no hay otra manera, Chris, no importa, yo sé que lo intentaste- dijo algo triste, con las lágrimas tratando de no caer.
Extrañaba mucho a su novio y no podía hacer nada al respecto.
—Pero lo puedo intentar, bebé, no hay que deprimirnos todavía- dijo, también se encontraba triste pero quería aparentar fuerza ante su chiquito.
—No tiene caso intentarlo. A veces siento que no vamos a ningún lado- exclamó el rizado, frustrado, antes de cortar la llamada.
Christopher suspiró intentando, en vano, llamarlo nuevamente, claramente este no le atendió.
Fue hacia la ventanilla de atención al pasajero dónde pregunto otra forma de llegar a su destino.
Luego de que le dieran una respuesta que no termino de convencerlo salió de la estación para comprar unas cosas y posteriormente volver. Se acomodó en el piso mientras esperaba la hora que el empleado con quién platico anteriormente le indicó.
Se encontraba algo incómodo por estar en el piso más era la única manera de poder escribir así que se resignó y trato de hacerlo rápido para tener todo listo.
En cuánto la alarma que había colocado dos horas antes en su celular sonó se levantó rápidamente tomando todas sus cosas para no atrasarse ni un minuto más.
De apuro a dónde el empleado le indico que tendría que estar y allí espero unos segundos a que abran las puertas y así partir rumbo a Joel.
Tendría que tomar un bus, pero ya eran al rededor de la una de la tarde y al ser una ciudad tan lejana tardaría mucho más para llegar, el promedio era de diez a doce horas por lo que ya no podría pasar el 14 de febrero con su novio, no le importo mucho pues igualmente lo podría ver, ese es un día más ya que el amor se festeja y demuestra todos los días.
Cerro los ojos unos segundos, pues ya se encontraba cansado por todo lo ya viajado, simplemente dejaba en cansancio en segunda estancia, pues lo más importante para él era llegar a ver a Joel.
Abrio nuevamente los ojos por una molestía en su hombro, era alguien zarandeándolo para que se despertara. Agradeció a la mujer y tomo todas sus cosas para levantarse y salir del bus.
Suspiró al mirar la hora, eran casi las once de la noche por lo que se apuro a encontrar camino hacia el centro donde podría tomar otro bus hacía la casa de Joel.
En cuánto llegó a esta comenzó a inflar con rapidez los globos que había comprado en el caminó, al igual que el helio con que los infló.
Colocó una piedra en la punta del hilo de cada globo para que no se volarán, tomo el cartel que hizo anteriormente y lo agarro con una mano antes de tocar el timbre de la casa y salir corriendo hasta el medio de los globos para tomar el cartel con ambas manos esperando que su novio abriera.
