How can I love the heartbreak? [Mello x Near]

You're the one I love

//Un par de cosas antes de empezar: Es casi seguro que los haré llorar e igual de probable que me quieran linchar al final, pero bueno, tengan los pañuelos y los machetes listos.

Also, escuchen esta canción mientras leen y seguro les pega 100 veces más duro: How can I love the heartbreak? You're the one I love de AKMU

Sabe que morirá.

Mello sabe que morirá desde el momento en que sale del remedo de apartamento sució y apretado que él y Matt llamaron base por años. Se lo dice el cielo nublado, la moto que esta estacionada al lado del auto al que Matt se está encaminando y se lo dice una sensación incómoda en el pecho que se asentó ahí desde que despertó y cayó en cuenta el día que era.

Mello sabe que morirá, pero no le importa.

Las cosas se han puesto peor en estos días, Kira no tiene control, no hay nada que pueda frenarlo, que lo haga dejar de matar personas como si fueran simples lineas de código sin valor alguno. Le da asco que alguien así exista y le da más asco pensar que alguien como él puede ganar si no hace esto, si no lleva acabo su plan.

—Le diré a Near que es un imbécil por no preveer esto, —dice con una sonrisa confiada mientras agarra el casco—. Que está idiota por no anticiparlo.

—Ya, seguro se muere de verguenza, —Matt sonrió mientras encendía un cigarillo y le daba una calada profunda, dejando salir el humo por la nariz—. ¿Quieres repasar el plan?

Mello lo conoce de principio a fin, Matt distrae a los guardaespaldas mientras Mello se lleva a la zorra esa para que Kira cometa su error, Near se da cuenta, Mello se rie en su cara y después proclama su triunfo una vez Kira muera. Es simple, pero aún así le dice que sí y escucha a Matt recitar el plan a más detalle, señalando con el cigarillo el punto del mapa donde Mello debe de llegar con el camión, una iglesia abandonada en mitad de la nada.

—¿Te queda claro? —Matt le pregunta con esa medio sonrisa de complicidad—. ¿O te lo repito?

—Lo hicimos juntos, ¿ya se te olvidó?

Matt sonrió y Mello lo hizo también, es una broma, una broma que va escalando en cuál puede joder más al otro con palabras, es su sistema, su amistad, una amistad de años y que incluye el haberse salvado la vida en algún punto.

—Bueno, Mell, nos vemos. —Matt se giró para encarar el auto, una mano sujetando la manija, la duda llenándole la cabeza por una milésima de segundo antes de abrir y deshacerse de ella agitando la cabeza—. Sabes, deberías decirle. Cuando esto acabe, deberías decirle la verdad.

Mello desvió la mirada al suelo, haciendo un ruido de pocos amigos que a su amigo ni afectó—. Matt, ya te dije.

—Se rompieron el corazón mutuamente, los dos por orgullo, y no debería de repetirse, ustedes dos deberían hablarlo.

Mello entonces se dio cuenta que Matt está más que seguro que él no regresará de esta persecución en auto, sabe que el tener a los guardaespaldas calificados para esto detrás es sinónimo de morir y la inminente muerte cernida sobre su amigo le aterra más que la propia, lo que está diciendo haciéndolo mucho peor—. Tienes que volver, ¿escuchaste?

Matt solo sonrió, bajándose los goggles a los ojos y subiéndose al auto—. Eres mi mejor amigo, Mell, creo que somos el mejor equipo.

Mello sintió un nudo en la garganta de solo escucharlo, dejándolo solo asentir mientras el otro cerraba la puerta y echaba a andar el auto, tocando el reloj que llevaba en la muñeca en un gesto para recordarle que todo está planeado y el tiempo es importante.

Mello lo ve arrancar y empezar a perderse en el camino que los guiará directametne hasta el edificio, la duda le vuelve, le vuelve y se le enreda en el cuerpo como una boa constrictor queriendolo sofocar y acobardarse, mandar el plan a la mierda y en su lugar ir directo a Near y decirle que es un imbécil y que debe notar que hay un fallo mortal.