En ocasiones la estraño. En ocasiones la pienso. En ocasiones la necesito. Y hasta en ocasiones siento que la quiero. En ocasiones tengo la idea de escribirle. Porque en ocasiones creo que ella siente lo mismo. Pero en ocasiones vuelvo a la realidad y me doy cuenta que no es así. Despierto de mi sueño y tengo que vivir con la idea de que ella no está. Que solo me tengo a mí. Que por mas que luche ella no estará. Somos dos personas de diferentes mundos y somos tan egoístas que ninguno sacrificará su vida por el otro. Estamos condenados a vagar en un mundo de sombras y de soledad.
