Fantasma - Lawlight OS

Capítulo Único

Este One-Shot es de mi propiedad aunque está basado en la obra de Tsugumi Oba, Death Note. Es chicoxchico, así que si no te gusta no lo leas.

También quiero aclarar que los personajes me han salido un poco OoC, igualmente espero que os guste.

Los pensamientos están escritos en cursiva.

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El grupo formado por la fuerza especial de policía se alejaba del cementerio poco a poco, el único que se quedó ahí, frente a una tumba con una cruz blanca, fue un joven de pelo castaño. Aparentaba estar triste.

L observaba al castaño de espaldas. Notó cómo miraba de reojo si los policías ya habían salido de ahí. Al lado de Light, se encontraba otro Shinigami, quien al parecer tampoco podía verlo. Mejor.

Realmente L no sabía que era lo que estaba haciendo ahí. Simplemente había cerrado los ojos un segundo, tras ver la sonrisa de Light y había aparecido en el mismo lugar, pero observando la escena en tercera persona. Pronto se dió cuenta de que ahora era un fantasma.

El detective analizó la situación minuciosamente. Él estaba ahí, en un cuerpo fantasmal, y en frente suyo se encontraba su propio cadáver, con Light llorando y gritando aferrado a él. Ojalá eso no fuera una farsa, pero sabía que lo era. Había visto la satisfacción de Light cuando supo que iba a morir. Daba igual, L siempre supo que no le importaba a Light, pero igual dolía, porque Light sí le importaba a L.

Pero, ¿por qué ahora era un fantasma? Ésa era la pregunta qué L llevaba haciéndose desde que murió. ¿Y por qué no podía alejarse de Light más de cinco metros? Lawliet ya lo había intentado, pero tras alejarse lo que él calculó, serían cinco metros, una especie de cuerda invisible tiró de él, impidiendole alejarse más del chico.

No lo entendía. Es decir, tenía sus teorías, claro. Basadas en las creencias populares, pero la vida después de la muerte era un misterio para él y L odiaba estar desinformado, sin saber qué pasaría con él.

Según los cuentos que leía en el orfanato, la gente se convertía en fantasmas cuando seguían teniendo algo que hacer en el mundo de los vivos. Cuando había algo que debía hacer aún, o no podría descansar en paz.

Si eso era cierto, sólo debía descubrir qué era, para poder morir realmente. Y lo cierto es que ya se hacía una idea de qué era, no por nada era en vida el mejor detective del mundo. Sólo que no se atrevía a hacerlo. ¿Realmente quería irse? Tampoco tenía sentido seguir observando el mundo de los vivos, pero lo desconocido le hacía sentirse inseguro.

- La batalla contra L ha terminado. Tengo la sensación de que ya no será interesante.

L volvió a la realidad, fijando su mirada en el Shinigami. Esperando por la respuesta de Light. ¿Le echaría de menos? ¿Aunque sea un poco?

Seguramente no. De seguro estará muy ocupado resolviendo los problemas que le causen Mello y Near.

De pronto, y sin mero aviso, Light comenzó a reírse psicópatamente. Hasta Ryuk le observaba atónito. L sentía cada caracajada cómo una puñalada en el pecho.

- ¡Todos mis obstáculos han desaparecido! La muerte te estaba esperando. - Light hizo una pausa, sonriendo diabólicamente. L le miró con pena - ¡Es lo que les ocurre a los que se oponen a mí!

Definitivamente no le echaría de menos. Era obvio que Light le odiaba.

- ¿Qué dices L? ¿¡No puedes admitir que has perdido!? - Light estaba a cuatro patas, gritándole a la tumba, mientras L le miraba preocupado por su salud mental.