Capitulo 1.

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All for One Milk's, una de las más populares fábricas de lácteos en Japón, valorado por sus productos de alta calidad y con un sabor que otras productoras de leche envidiaban y hacían todo lo que estaba a su alcance, o hasta lo que no, para que sus mercaderías llegaran a, por lo menos, igualar su nivel, aunque ninguno lo había logrado en estos treintaiocho largos años que aquella afamada fábrica de productos lácteos se mantenía en el puesto número uno en ventas de leche.

Durante esos años, las demás fabricas habían intentado de todo, desde lo legal hasta o ilegal, pero aún con eso, fallaron. Todas las que fracasaron tenían las manos manchadas, pero no había ninguna otra que las tuviera más sucias, con algo aun peor que sangre, aunque también de esta tenían, como la renombrada fabrica del señor Shigaraki, creador de la antes mencionada productora de leche, nada más ni nada menos que de vacas. Sí, de vacas, pero no las vacas animales, sino de vacas humanas, a las cuales se las habían criado desde su nacimiento allí, dentro de la fábrica, sin tener derecho a salir. En realidad, no tenían derecho a nada. Simplemente las trataban como si fueran animales, o peor que eso, objetos que sólo servían para crear aquél líquido que los mantenían de la cima y con los bolsillos llenos de dinero.

Dentro de aquella fábrica, habían nacido dos retoños, casi al mismo tiempo. Aun eran pequeños, pero los trabajadores sólo esperaban que crecieran para que ambos pudieran servir produciendo leche hasta el día de sus muertes, a pesar de que ambos eran machos.

Verán. El señor Shigaraki era un hombre desquiciado, que sólo le importaba su amada fabrica y seguir ganando dinero por ella. Que naciera un toro dentro de su fábrica era una desgracia para él, una perdida a algo que se pudiera sacar provecho, además de su carne, por lo que, decidió invertir sobornando a unos científicos que cometían experimentos ilegales y viles, logrando conseguir crear vacas machos que pudieran producir leche. Ahora estos servirían para dos cosas, para producir leche y luego, cuando ya no les quede ni una gota más, matarlos y venderlos. A pesar de que eran vacas humanos, el señor, como si no tuviera ya suficiente maldad dentro de su ser, sabía de que, en el mundo, había gente que pagaba millones por esa carne.

A pesar de vivir en un lugar tan hostil y deprimente, para ambos chicos, que habían vivido toda su vida allí, estar allí era algo normal. Ni siquiera es que se hubieran acostumbrado a esa vida, sino que la veían como su única realidad. Era natural ya que ambos creían ciegamente que todo su mundo era nada más que aquella fabrica, ni siquiera eso, un solo cuarto, un cuarto donde de todas las vacas que estaban allí, apretujadas y juntadas como si fuera bolsas, apiladas una encima de la otra, dentro de un almacén, nunca de ellas eran sus madres.

Izuku, uno de las más jóvenes vacas, vivía mortificado con eso, pues, a diferencia de su amigo de toda la vida y de su misma edad, al cual lo llamaba Kachan pero su verdadero nombre era Katsuki (y este lo llamaba Deku al otro), él no sabía dónde estaba su madre. Siempre que cuestionaba su paradero, nadie le contestaba. Aunque él estaba seguro de que debería estar en alguna parte. Tal vez con la madre de Kachan.

La madre de Katsuki, era la vaca más conocida de toda la fábrica, hasta más que eso, era también muy popular fuera de ella pero, obviamente, los de adentro no podían tener conciencia de aquello. Mitsuki, la mamá del antes mencionado, era la imagen publicitaria de la fábrica, y la que todo el mundo siempre hablaba.

A pesar de que estaban dentro de la fábrica, había ocasiones en que podían ver algunas imágenes, más bien posters de su madre, sabía que era ella ya que las demás vacas se lo habían comentado, poniendo que era 'la numero'. Obviamente, Katsuki no sabía que se refería a los productos de lácteos, más bien, él lo tomó como que su propia madre era la numero uno.

- Algún día, yo también seré él número uno. ¡Igual que mi mamá! –Gritaba la pequeña vaca luego de dejar de ver la imagen pegada a la pared. Este tenía cabello rubio igual que su predecesora, y que tenía algunos rasgos toscos pero tiernos. También llevaba una pequeña túnica, aunque parecía más ser un vestido. Esta era blanca con manchas negras haciendo referencia a la vaca animal.

- ¡K-kachan, n-no saltes! ¡Estas parado encima de Aiko! –Dijo el aún más pequeño Izuku, tratando de detener a su amigo quien, efectivamente, estaba brincando encima de una de las vacas. Esta no se mostraba molestada. El sitio era muy estrecho y ya estaba acostumbrada a que de vez en cuando alguien la pisara.

- ¡Cállate, estúpido Deku! –Le gritó Katsuki a Izuku con rabia. Este era un comportamiento totalmente normal en el pequeño de cabello rubio despeinado, y se comportaba aún peor si se trataba de su otro amigo, quien tenía el cabello de color verde muy oscuro y que también solía llevar la misma vestimenta el otro niño, a pesar de que no era exactamente de la misma especie. Katsuki dejó de saltar y se sentó, aun encima de la vaca, no tenía otro lugar donde estar de todos modos.

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⏰ Última actualización: Mar 18, 2020 ⏰

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Vaca Testaruda #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora