Cuarentena

El virus estaba tomando fuerza, pero ellos debían continuar trabajando. El último caso que les había llegado había acabado con ellos. Una alegre pero preocupada García los recibió ni bien salieron del elevador. Les preguntó a todos cómo se sentían, temía que alguno se hubiera contagiado. Afortunadamente, todos estaban en buen estado. Se alegró al saberlo y les dio un cálido abrazo a todos.

-Deben volver a sus casas, está circulando un rumor de que se podría instalar una cuarentena obligatoria esta misma noche.- Mencionó García.

-Tranquila, nos iremos a casa de todas formas-  contestó Dave.

-Si, estoy exhausta- dijo JJ- Además, quiero ver a Henry.

-Yo también me iré, sólo los estaba esperando- dijo García.

-¿Te llevo preciosa?- se ofreció Morgan.

-Gracias galán.

Todos se habían ido, menos Hotch y Emily. Él estaba en su oficina, no quería llevarse el papeleo a casa. Por su parte, Emily estaba sentada en su escritorio, tenía que terminar con el archivo del caso antes de irse. Eran los únicos allí, había más gente en el edificio, pero los agentes con los que compartían ese espacio se habían ido. Pasó cerca de media hora, cuando el canal de noticias comenzó a dar una alerta. Emily subió el volumen del televisor.

-Se ha declarado una cuarentena obligatoria a partir de este momento. Quédense en sus casas. Cualquiera que no la respete, tendrá consecuencias.- finalizó la locutora.

Emily subió rápidamente a la oficina de Hotch.

-¿Oíste eso?- preguntó.

-¿Qué cosa?

-Se declaró una cuarentena obligatoria. No podemos salir de aquí.

-¿Es enserio?- preguntó Hotch.

-Lo acaban de dar en las noticias.

Hotch tomó el teléfono y se comunicó con el sector de seguridad.

-¿Han cerrado el edificio?

-Si, lo lamento señor, pero es obligatoria.

-Lo sé, gracias- dijo y cortó la llamada.

-Tendremos que quedarnos aquí- dijo él, tan serio como de costumbre.

-Maldición.

-Si, lo sé, yo quería ir con Jack. Llamaré para ver cómo están.

-Bien, iré a preparar café, estaremos un rato largo aquí.

Emily se dirigió a la cocina. La situación no podía ponerla más incómoda. De todas las personas en el equipo, tenía que quedarse con él. Eso no ayudaba a mantener sus sentimientos a raya. Preparó dos cafés y volvió a la oficina de Hotch.

-Gracias.

Emily no respondió. Sólo se sentó frente a él. Hotch la notó cansada y algo molesta.

-¿Te sucede algo?- preguntó.

-No, ¿por qué?

-Te ves molesta.

-Sólo... realmente quería volver a casa.

Por alguna razón no le creyó, pero decidió no continuar indagando, al menos por ahora.

-¿Terminaste con el archivo?- preguntó ella.

-Si, ¿tu?

-Si. Todavía me perturba. ¿Cómo pueden involucrar a niños en estas cosas?- dijo sin comprender.