🗝️Capítulo 1🗝️

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Todos celebran, era la ocasión perfecta al fin y al cabo.

Vítores y bailes en honor al nuevo alcalde, aunque claro, no todos estaban felices.

Luzu estaba confundido...

Era una sensación bastante extraña, una mezcla de emociones opuestas. Se sentía feliz de que Lolito ganase, no le importaba demasiado no haber sido elegido como alcalde.

Pero algo le duele, en su mente tenía la imagen de varías personas. No podía creerlo.

Ellos hicieron promesas que al final nunca cumplieron...

No lo comprende, ¿por qué?...

¿Hay alguna razón en específico?

¿Por qué parece que les divierte tanto esto? ¿Acaso les gusta pisotear los sueños de los demás?

¿Por qué a él?

¿Por qué? Si se supone que siempre se portó bien con ellos...

En ese momento la mente de Luzu era un cúmulo de pensamientos sin procesar, y su corazón era una maraña de emociones incontrolables e indefinidas.

Decidió que necesitaba estar solo para poder pensar, y se marchó del lugar.

Escuchaba las voces de algunos de sus compañeros llamarle, pero ya lo había decidido, se iría a casa y dormiría un rato. Ignoró las llamadas y apresuró el paso.

Llegó a su casa desesperado por encontrar consuelo en su almohada.
Desgraciadamente en cuanto terminó de subir las escaleras infinitas escuchó las voces de sus compañeros llamándolo.

Soltó un suspiro, esto era inaudito.
Quería algo de paz, solo eso...

Susurró una pequeña maldición, cogió su arco firmemente y preparó una flecha, tensó el arco listo para disparar y esperó.

Con paciencia apuntó a Vegeta, que fué el primero en acercarse corriendo.
Y antes de que al frentudo le diera tiempo de ver la flecha, Luzu disparó y le dió de lleno en el brazo izquierdo, haciendo que todo su cuerpo arda en llamas.
No debería pasarse, al fin y al cabo era solo una amenaza. El siguiente fue el chino español.

Detrás venían Mangel y Lolito, guardó el arco y las flechas y sacó su espada.

Luzu se resignó un poco y esperó a ver que querían, le dieron unas cervezas, y Lolito le ofreció un puesto en la alcaldía, que rechazó amablemente por supuesto.

Pidió que lo dejasen solo, algo que fue respetado.

En cuanto se fueron activó las torretas y se fue a su cuarto a dormir.

Se tumbó, cerró los ojos y evitó pensar cualquier cosas que tuviera que ver con las elecciones, aunque fue un completo desastre.

Estuvo batallando contra los recuerdos durante mucho tiempo...

Haciéndose todo tipo de preguntas, sabiendo que no obtendría respuesta.

"¿Por qué a mí? ¿Hice algo malo?"

"Se supone que ellos estarían de mi lado..."

"Tal vez los obligaron... Aunque eso no justifica una traición. Y además, ellos no son del tipo de persona que se dejan manipular."

"Entonces, ¿nunca tuvieron la intención de ayudarme?"

"¿Todo fue planeado o yo les hice cambiar de opinión?"

"¿Nunca fui lo suficientemente bueno...?"

"Tal vez siempre fui yo el problema..."

"Probablemente se cansaron y me abandonaron..."

"¿Qué hice mal para que me traicionaran de esa manera?"

Recuerdos, bonitos recuerdos llegaron a su mente, haciendo que su corazón herido se estremeciera.

Recuerdos de cuando ayudaba a Auron cuando se mudó a Karmaland.
Recuerdos de cuando empezó con la campaña.
Recuerdos de cuando Mangel se unió a él.
Recuerdos de cuando Lolito y Auron se unieron a su campaña.
Recuerdos de sus aventuras junto con todos sus compañeros.

Pero todo eso fue cortado con la horripilante hacha de la realidad, y ahora veía las experiencias dolorosas.

Recuerdos de cuando, a pesar de ser amable con todos se aprovechaban de él.
Recuerdos de como Mangel abandonó su campaña para hacerse independiente.
Recuerdos de como Lolito y Auron lo traicionaron haciendo lo mismo que Mangel.
Recuerdos de sus compañeros faltándole el respeto hace tan solo media hora.

Ese dolor es demasiado como para que una sola persona lo cargue por sí misma, pero en este tipo de situaciones la persona que carga con ese dolor se lo guarda todo para si mismo.
Y esta no es la excepción...

Luzu estaba (como ya he dicho) cansado, pero no podía dormir.
Se levantó de la cama (aún con el traje) y fue a la cocina a picar algo.

Se comió un trozo de tarta, estaba fría y no le supo demasiado bien. Se arrepintió inmediatamente de esa opción, pero ya había empezado a comer y no iba a dejarla a medias.

Terminó el trozo de tarta y fue a por un vaso para beber algo de agua.
Desgraciadamente todos sus vasos estaban sucios porque había estado demasiado ocupado como para lavarlos.

Resignado se sentó en la silla, esperando que algo sucediera. Entonces, recordó que en su mochila tenía las cervezas que le acababan de dar los chicos.
Era consciente de que beberlas mancillaría lo que quedaba de su honor, pero eso le importaba una mierda en ese momento.

Fue a su cuarto, rebuscó en su mochila y sacó unas cinco jarras, volvió a la cocina. Una vez allí se quitó la corbata, los zapatos y la chaquetilla.

Cogió una jarra y bebió un gran sorbo, automáticamente lo escupió, esa mierda sabía horrible. Lo tiró todo por el lavabo.

Limpió la mesa con unas servilletas, y puso las jarras en el fregadero junto a todos sus vasos.

Estaba algo frustrado, ya no le importaba como fuera, quería dormir.

Fue a su almacén y cogió una botella del "Vinito barato de Luzu", volvió a la cocina, cogió el vaso que parecía más limpio y se puso a beber.

Al tercer vaso ya estaba a punto de caer redondo. Por lo que se levantó y se fue a su cama, dejándolo todo tal cual, ya lo limpiaría luego.

Y al fin pudo dormir como un lirón.

Metamorfosis [Karmaland]Where stories live. Discover now