ALEX
The Fray sonaba en la radio, otra vez. Y yo he olvidado el motivo por el que estoy estacionado en este lugar tan poco conocido por la humanidad, donde solo hay dos locales con unas cortinas negras y una puerta de madera enorme al centro, por donde entro Sarah hace unos... cuarenta minutos.
Saque el celular y comencé a buscar información sobre este sitio, solo encontré "Le Style" Oficinas del estado de América.
¿Le Style? ¿Qué es eso? ¿Una mafia?
Demonios, si tuviera una moto como Will y Adam no tendría que estar aquí haciéndola de chofer de Lovecraft muriendo de hambre y aburrido.
– Claro Sarah, yo te acompaño, después podemos ir a comer, bla bla bla... eres un tonto Alex, definitivamente eres un tonto – puedo comprender que el nivel de mi aburrimiento ha sobrepasado el límite porque he comenzado a hablar conmigo mismo – Aunque... Sarah siempre tiene comida en su mochila...
Me estiro a la parte trasera del auto para tomar su mochila y comienzo a buscar. Lápiz, pluma, servilleta, bolita de aluminio, maquillaje... chocolate. Bien, ¿Qué más tiene aquí? Papeles, y más papeles. "Revisar Vestidos de Monique de temporada", tome su carpeta y comencé a ver lo que tenia. No tenía tantos apuntes de clases comparados con todos los dibujos plasmados. Miles de dibujos, ropa, pantalones, bolsas, peinados, siluetas, slogans;
– ¿Con que también le gusta el diseño...eh? – toc toc. Salto y miro hacia la ventana donde estaba ella, su expresión cambio a sorpresa cuando vio lo que tenía en las manos. Quite el seguro de la puerta y no había pasado ni un segundo cuando ya estaba quitándome la carpeta y dándome unos golpes. Me regaño por estar esculcando sus cosas, pero no tardo en confesar que su sueño era ese, ser alguien importante en todo ese mundo. Ropa, diseño, Le Style.
– ¿Crees que es una locura? O sea, ser parte de algo tan grande y que esta tan lejos, quiero decir, es Paris, no es Chicago o NYC ¿Sabes? – Apretó los labios y se quedo con la mirada fija hacia el frente – No sé cómo lo voy a logar.
– ¡Oh Vamos! – Tome su mano y me gire hacia ella – Si alguien en el mundo puede hacer lo que sea, eres tú
– Esto es diferente, Siento que es muy difícil – Aparto su mirada del frente y me la obsequio por un segundo – ¿Cómo me notarían entre tanta gente?
– Justo como todos te notamos y no podemos quitar los ojos de ti cuando hablas con tanto amor y pasión de todo lo que te gusta... incluso del show de "Friends" nunca había estado tan interesado en un show como en ese y solo porque tú me demostraste que era genial con la forma de hablar y de reírte de él.
– ¿"Friends"? ¿Acaso estas escuchando lo que estás diciendo? – Comenzó a carcajear y como siempre lo hacía, ponía una mano en su boca.
– ¡Si! Me refiero a que... la forma en la que hablabas de eso y como te esforzabas para que yo lo viera y comprendiera las lecciones de vida de ese show, fue como lo aprecie... sé que es un ejemplo tonto, pero así como a mí me convenciste y me envolviste, puedes hacer eso demostrando tu trabajo, quiero decir... mira esto – Me estiro de nuevo hacia atrás para tomar su carpeta y comenzó a hojearla al azar – esto es genial Sarah, imagina unos años más, con escuela y más preparación... serás una máquina de coser viviente y convencerás a todos de que es lo mejor que existe y que solo tú puedes – cerré la carpeta y la mire, su semblante era otro, moría por saber que pensaba porque en sí, no sé muy bien si lo que dije tiene lógica.
– ¿Piensas eso en realidad?
– Pero... ¡Claro que sí! – Apreté su mano y sonreímos – puede tomarte mucho tiempo, pero mínimo sabes exactamente donde quieres estar, y el día en el que lo logres, yo voy a estar contigo.
