Desde que su novio se había traslado a otra ciudad por su trabajo solo se veían por video llamadas, al principio recurrentes casi diarias después ocasionales, hasta llegar al punto en el que se encontraban donde solo hablaban ocasionalmente.
Los mensajes diarios habían pasado a hacer historia, su relación no era la misma de antes por eso le extraño mucho recibir la propuesta de matrimonio en una de sus esporádicas llamadas, no era tonta sabia que pasaba algo. Mara presentía que no era precisamente el amor la principal motivación de su pareja al realizar tal propuesta.
No quería desconfiar pero era de las personas creyentes que el amor de lejos no funcionaba, se conocían desde siempre, sus padres eran amigos de la infancia por lo tanto cuando empezaron la relación todos se alegraron por ello, decidida a no desilusionarlos acepto seguir con el noviazgo a pesar de la distancia, ahora que se habían comprometido estaban más que felices por esto no se había atrevido a contarle a su familia las dudas, los miedos y la soledad que experimentaba.
Aparto de su rostro el cabello negro que se había alborotado con la brisa fría mientras esperaba al frente del edificio donde sabía vivía su prometido Erick, decidió visitarlo de sorpresa porque no soportaba mas la situación, su inseguridad se acrecentaba cada día que pasaba, presentía que algo no estaba muy bien además habían empezado a circular rumores de que los padres de su novio habían realizado una mala inversión y en estos momentos se encontraban prácticamente en la ruina, después de contarle a su mejor amiga todo lo que cruzaba por su mente, esta le había manifestado que también creía que la propuesta había sido por interés nada más y la motivo a hablar con el de todo lo que sentía para aclarar las cosas, así que Mara después de pensarlo mucho decidió tomar un avión para encontrarse con el y discutir acerca de sus motivaciones para casarse.
Mientras subía en el ascensor hacia el apartamento estaba más que nerviosa se miró varias veces en el espejo acomodando su cabello y vestido, tenía una copia de la llave que Eric le había entregado el año pasado cuando lo había visitado, abrió la puerta del apartamento pero estaba vacío decidida a esperarlo se recostó en el sofá organizando en su cabeza la conversación que pretendía tener con él cuando llegara, no espero quedarse dormida pero así sucedió.
El ruido de la puerta abriéndose la despertó, se quedo en silencio cuando escucho ruidos de voces y besos, en ese momento sentía que la rabia empezaba a bullir, espero que los tortolos se adentraran en la sala para así verles la cara, sin embargo la sorpresa de Mara fue monumental al ver a su novio besarse con otro hombre.
_Oh por Dios _ dijo tapándose la boca, inmediatamente Eric se separó de su novio asustado. No esperaba verla allí así que palideció de una manera que la hizo pensar se desmayaría
Mar comprendió del todo el cambio de su relación, debió de imaginarse que existía un tercero en discordia. Estaba furiosa, quería gritar y llorar pero se contuvo, ese idiota no merecía ni una sola de sus lagrimas.
_Puedo explicarlo_ dijo mientras intentaba acercarse, el otro hombre se dio cuenta que no era un buen momento así que se fue cerrando la puerta y dejo a su pareja en serios problemas.
_¡Noooo claro que no, ¿acaso me crees estúpida?! _ Eric pasaba sus manos sobre su cabello con desespero mientras la miraba suplicando _ Sabes lo sospeche pensé que era insegura, incluso me enojé conmigo misma pensando que era una pésima novia por no confiar en ti_ dijo mientras lo señalaba, su voz estaba teñida de dolor y rabia _pero ahora al menos tengo la certeza de que no soy una perfecta idiota. Lamento desilusionarte si pensabas que era una tonta a la que podías engañar fácilmente
Eric prácticamente se arrodilló estaba más que asustado se notaba en su cara
_ Lo siento Mara fuiste mi mejor amiga siempre y no quería que mi familia se enterara de esto, quería hacer lo que ellos esperaban de mi_ Mara respiro profundo y le dio la espalda sentía que le dolía el alma pero no quería demostrarlo después lloraría a solas pero no iba a hacerlo delante de él.
_ ¡Qué egoísta eres! entonces ibas a casarte conmigo mediante engaños para que no te descubrieran. Ibas a condenarme a vivir una farsa por el resto de mi vida ¡Eres un maldito imbécil!_ grito mientras tomaba la maleta que estaba al lado del mueble para salir de allí inmediatamente, Erick la agarro por el brazo por primera vez sintió asco estaba más que dolida por todo su engaño.
_por favor te lo suplico no digas nada de esto a mis padres ni a nadie _ Mara se zafo de su agarre volteándolo a ver con decisión
_ Yo no soy como tú, por la amistad que alguna vez tuvimos me callare esto pero eso sí, más te vale que canceles todo esta farsa de compromiso, inventa lo que se te venga en gana no quiero que mis padres piensen que yo fui la causante.
Rodo su maleta hasta la puerta, respiro profundo y antes de salir le dijo algo a Erick que ella acababa de entender
_ Te daré un consejo, no debes querer ser ni hacer lo que los demás esperan de ti, no vale la pena si al hacerlo te pierdes a ti mismo volviéndote infeliz. Créeme acabo de aprender esta lección, busca tu felicidad, se tu mismo los que en verdad te amen te aceptaran y apoyaran, me hubiese gustado que fueras sincero conmigo_ pronuncio esto último mientras las lagrimas empezaban a caer por su rostro.
Mara salió del apartamento agradecida de haber seguido sus instinto, quería ver esto como una oportunidad para realizar lo que ella deseaba y encontrarse consigo misma. Esto la volvería una mujer más fuerte.
