All I Want For Christmas Is You.

El fuego que proporciona la chimenea es encantador, manteniéndolos a todos cálidos y cómodos mientras entonan el feliz cumpleaños a Louis, mirándolo sonriendo de esa forma dulce, mordiéndose los labios de vez en cuando y con los ojos azules brillando bajo la luz que proporcionan las velitas en su pastel.

Piensa durante un largo en lo que pedirá, con Jay acariciando el bulto que es su estómago y sonriendo mientras ve a su hijo tan feliz. Las gemelas están impacientes por probar el glaseado del pastel mientras que Fizzy y Lottie no dejan de ver la pantalla de su celular y Gemma habla con Anne de lo encantador que Louis se ve. Harry está junto a él, tomándolo cariñosamente por la cintura, y mirándolo con atención mientras sopla las velas y piensa en su deseo de cumpleaños.

Louis parte el pastel  con cuidado, dando a sus hermanas pequeñas un par de trozos más grandes y disfrutando completamente la sensación de felicidad que lo absorbe; él tiene todo lo que alguna vez pudo haber soñado, con su familia saludable, un trabajo que ama y, además, alguien tan especial como Harry a su lado, amándole cada día sin importar cuán estúpido sea algunas veces. Además, claro, Louis tiene amigos increíbles que le han demostrado su apoyo en los momentos más complicados de su vida, así que con veintidós años de edad, él se siente realizado en muchos aspectos.

Él no lo admitirá en voz alta si se lo preguntan, pero su deseo de cumpleaños no es más que seguir con ese balance en su vida y, ¿por qué no?, que las cosas sean un poco más ligeras en adelante para que algún día pueda equilibrar completamente su situación. Sabe que ha sido más de un deseo, pero pide también por sus pequeños hermanos que aún no nacen, pide salud para su familia en general y que la relación que tiene con Harry siga tan fuerte y estable como ha estado hasta esos momentos.

—¡Yo tengo un regalo para ti! —Anuncia Lottie con su voz entusiasta una vez que casi ha terminado de comer el pastel. Louis pone los ojos en blanco, limpiando la comisura de sus labios con una servilleta y reprimiendo una sonrisa.

—Les dije que…

—Sí, Louis, ya sabemos que no querías ningún regalo, pero entenderás que no pudimos evitarlo. —Su madre dice levantándose del sofá con ayuda de Dan. Tiene una panza inmensa para el tiempo de embarazo que tiene, pero se ve demasiado dulce en ese blusón rojo que ha seleccionado para la ocasión. El chico del cumpleaños gruñe por lo bajo, pero no protesta cuando ve cómo su madre, Lottie, Gemma e incluso las gemelas sacan algún tipo de regalo que mantenían escondido.

Jay y Dan le regalan un juego de té de porcelana con sus iniciales grabadas en letra fina, Lottie le regala un bonito reloj que costeó con ayuda de Fizzy, las gemelas le dan un dibujo de lo que se supone es él y un par de playeras del hombre araña que lo hacen sentir menos viejo; Gemma y Anne le regalan una nueva patineta y Harry saca del armario una tabla de surf que Liam, Niall y Zayn han mandado a hacer especialmente para él.

—Ustedes no debían de molestarse. —Louis se queja, cruzando los brazos sobre su pecho mientras trata de decidir cuál de todos los regalos le ha gustado más—. Se los dije desde hace meses, pero muchas gracias de todos modos.

—Creo que falta un regalo aún, cariño. —Dice Jay sonriendo con algo de timidez y mirando a Harry con una ceja arqueada.

—Uh, bueno, yo… —Tartamudea Harry, pasando una de sus grandes manos por su cabello quebrado y finamente acomodado.

—Cariño, está bien si tú no me has comprado nada. —Harry se sonroja tanto que Louis quiere gritar por lo adorable que se ve.

Louis realmente no estaría sorprendido si Harry no tiene un obsequio para él, porque Harry pasó algo así como un mes tratando de investigar qué regalarle a su novio por su cumpleaños, le preguntó una y otra vez antes de dormir qué quería de regalo, y cada vez Louis le respondió que no quería nada, que no necesitaba nada más que pasar una noche tranquila con la familia.