Mi Querido Hades #1 ©

CAPÍTULO 5

Afrodita

Era la primera vez que un hombre me desnudaba y me hacía sentir que mi propio cuerpo se incendiaba, no me encontraba segura si a la mañana siguiente me arrepentiría de mis actos, pero de lo que sí estaba segura es que Hades tenía que ser el primero. No podía darme el lujo de explicar el porqué, pero simplemente mi cuerpo lo deseaba a él.

Mientras sus besos se deslizan por mi cuello, comprendí que efectivamente aquel representa un punto débil en mi cuerpo, Hades disfrutaba al escucharme gemir lo más bajo posible mientras que mis manos se encontraban aferradas a su cuello.

Hades, sin muchas vueltas, se deshizo de la parte inferior de mi pijama, al igual que de mi braga, me sentí indefensa unos cuantos segundos hasta que su lengua comenzó a deslizarse por mi torso hasta llegar a mi cintura. Sus ojos me transmitían peligro absoluto, podía entender que ambos estábamos realmente deseosos de que pasara.

Sus dedos fueron los primeros en entrar en mi zona íntima, solté un gemido ahogado. Intente cubrir mi boca a medida que sus movimientos comenzaban a tener velocidad. Hades me observo con una expresión de enojo por mis intentos de no gritar, quito mi mano de mi boca y sin dejar de mover sus dedos dentro de mí se acerca a mi rostro.

—Necesito escucharte gemir — susurro a mi oído —No quiero ver que cubres tu boca nuevamente.

Asentí con mi cabeza para luego verlo dirigirse nuevamente a mi zona baja, sus dedos son remplazados por su lengua y en ese instante no puede hacer nada más evitar gemir. Lo hice y puedo jurar que toda la mansión me había podido escuchar, pero Hades interrumpió mis pensamientos cuando coloca mis piernas encima de sus hombros. Esto le permite tener más desplazamiento en mi zona íntima y provocar que mi cuerpo sienta más calor del normal.

—Hades — gemí aferrando mis manos a las sábanas —Por favor, no pares — supliqué mientras que el fuego recorría mis venas.

Lo próximo que sentí son las manos de Hades apretando mis senos con fuerza, mientras que su lengua no deja mi zona íntima. Justo cuando sentía que tranquilamente podría tener mi primer orgasmo, Hades se alejó de mí con una sonrisa pervertida en sus labios.

Con rapidez mis manos se apresuraron a quitar su pantalón de la ecuación, cuando lo logre el tamaño de su miembro no me sorprende, ya que es muy parecido al cual me había imaginado.

Hades me miro a los ojos unos cuantos seguros, supongo que para tener mi confirmación ante de pasar a lo verdaderamente importante de la noche. No emito palabra, pero si lo bese y aquello contó como mucho más que una confirmación, por lo que este no tarda mucho en poco a poco introducir su miembro en mi zona íntima.

Solté un grito y Hades no supo cómo interpretarlo, pero a medida que sus movimientos comenzaban a repetirse descubrió que no eran de dolor sino de placer. Nuestros cuerpos se encontraban uno pegado al otro, sudando y gritando del placer, me sentía como una mujer libre por primera vez en mi vida. Los movimientos de Hades dejaron de ser suaves y comenzaron a tomar cierta fuerza, la cual solo me hacía gritar más. Este parecía disfrutar de mis gemidos y no intentaba ocultarlo.

Cambiamos de posición y yo era la que se encontraba de encima de él, no sabía qué hacer exactamente, pero él fue indicándome los movimientos que tenía que realizar. En cuanto entendí comencé a tener un poco más de ritmo, los gemidos de Hades y los míos comenzaron a sincronizarse.

Mi mano sobre el respaldo de la cama ayudándome a ejercer más fuerza en mis movimientos, las manos de Hades aferradas a mi trasero mientras que su boca no hacía más que lamer mis pezones y de vez en cuando morderlos.

👑

No supe que en momento exactamente nos dormimos, pero desperté en aquella inmensa habitación, no fue sorpresa el hecho de encontrarme sola. Intente no tomarlo personal, digamos que mis sentimientos se vieron un poco afectados, pero no daba una buena imagen de mi hacer una escena por ello.