Can't sleep love《 uzuzen 》

u n o

- Dime, ¿Me estoy volviendo loco?

- Ajá.

- ¿Acaso he perdido la cabeza?

- Completamente.

- ¿Será que me da miedo amar? O, bueno, tal vez simplemente no soy esa clase de persona.

- ¿Cómo es que puedes o no ser "esa clase de persona"?  - Iguro hace comillas con los dedos aún sabiendo que su amigo no lo está viendo; es viernes por la noche y quedarse en casa era demasiado tentador para ambos. Dos simples celulares era lo que ahora mismo ellos usaban para comunicarse.

O, bueno, "comunicarse".

(Uzui quejándose de sus malos dotes para el amor, volumen 86).

- Hombre, no lo sé, tú estás bendecido, ¡Mitsuri no lo pensó dos veces antes de declararse! - farfulló molesto Uzui al otro lado de la línea. Odiaba tanto la suerte de su mejor amigo.

- No es cuestión de suerte - Iguro se acercaba lo más que podía a su celular, el cual se encontraba apoyado en un tarro de mermelada al lado del sofá. Mientras, seguía quitando el esmalte negro de sus uñas.

Había adquirido aquel "gusto" (le parecía más una manía, pero no lo diría jamás en voz alta) por pintarse las uñas desde que su amigo prácticamente le obligó a hacerlo.

Por el otro lado, Uzui se encontraba pintando sus uñas nuevamente con aquel color borgoña que tanto le encantaba.

- Solo... estaba destinado a pasar - Obanai siguió, adquiriendo, sin poder evitarlo, una sonrisa tonta y enamorada.

- Estás sonriendo, ¿No? - El ceño de Uzui se frunció aún más. Escuchó un resoplido del otro lado seguido de una risa casi imperceptible - me das asco.

Finalmente, Iguro no aguantó y rió con más fuerza, sacando una carcajada tras otra.

- ¡Cierra la boca!

- ¡Pero, es que enserio tienes la peor suerte del mundo! - Obanai siguió burlándose de la situación de Uzui. Ah, la amistad - tu primera novia, para el extranjero - del otro lado, Iguro había comenzado a levantar dedo tras dedo - la segunda, estaba comprometida y casi te llevas la paliza de tu vida de parte del chico ese; la tercera, resultó ser lesbiana, y cuando tuviste esa relación abierta de cuatro... - Iguro sonrió, sabiendo que se venía lo mejor.

- Si serás hijo de...- siseó Uzui, pero no pudo terminar.

- ¡Te dejaron las tres al mismo tiempo! ¡En tu cumpleaños! - y el chico al otro lado de la línea volvió a explotar en carcajadas, consiguiendo un dolor de barriga insoportable y con la respiración entrecortada.

- Espero que un día de estos te termines de ahogar - Uzui ya sentía aquella vena de su frente palpitando tanto como nunca, producto de su vergüenza y molestia - hasta nunca, desgraciado.

Pero antes de que pudiera colgar, Iguro trató desesperadamente de decirle algo, aún riendo y encontrando difícil formular alguna oración coherente.

- Ah, ya, ya - finalmente Obanai se limpió algunas lágrimas que habían quedado en sus ojos por la risa reciente - bien, tenía que decirte algo antes de colgar - Uzui, aunque fastidiado, hizo un sonido afirmativo del otro lado - bien, mira, sabes que Mitsuri es profesora en esta universidad, Kimetsu - Uzui nuevamente hizo un sonido, indicándole que siguiera - bien, mira, con los chicos de esa facultad están organizando algo, uno de esos concursos para hacer su vida universitaria menos miserable, sabes.

Tengen soltó una pequeña risa, sabiendo que Iguro odiaba a cada uno de aquellos estudiantes que se acercaban más de lo "permitido" a su novia.

- Es algo así como "el profesor de año", pura basura, como si Mitsuri no lo tuviera ganado ya - bufó, causando una risa estruendosa y bastante extravagante en su amigo - como sea, solo te digo (obligo, si no lo haces toda tu descendencia va a estar maldita) que vayas a la página de la universidad y, en la sección de "eventos" solo baja un poco y presiona la foto de Mitsuri como si hubiera una pistola apuntándote en la yugular. Cosa que va a pasar si es que me entero de que te quedaste dormido haciéndolo.

Uzui rió nuevamente.

- Bien, bien, vamos a hacer que nuestra querida Mitsuri tenga el récord de la profesora más votada, maldita sea - más animado, Uzui sonrió.

- Más te vale - "amenazó" Iguro. Luego, la conversación se volvió amena, ambos presionando una y otra vez la cara de Mitsuri en sus pantallas.

Finalmente el sueño pudo con ellos y, casi sin darse cuenta, ambos chicos cayeron dormidos. Uzui sobre el escritorio al frente de su cama, e Iguro acurrucado en el sofá.

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La canción me encanta, y agregar la temática a esta pareja me da mil años más de vida.

Espero que disfruten, sigan bajando ✌︎.