Mi Querido Hades #1 ©

CAPITULO 9

Afrodita.

Los estruendos por los disparos aún resonaban en mis oídos mientras que Hades me intentaba sacar de mi trance, en cámara lenta reviví mis últimos momentos con mi mejor amiga. Dicha mujer que no se había rendido jamás conmigo, en cada ocasión que he caído, ella ha estado a mi lado para ofrecerme su mano.

Eventualmente, un hueco se generaba en mi pecho cuando pensaba en su carismática personalidad, pero aquella tristeza venía mezclada con odio, culpa y una sed de venganza terrible. Deseo prender fuego el mismísimo mundo, acabar con mi hermano y olvidarme cualquier parentesco entre nosotros.

―Afrodita ― nombro Hades llamando mi atención ― ¿Estás herida? ― consulto revisando mis brazos.

―Mi herida no es física ― murmuré mirando un punto fijo ―Me ha quitado a la mujer más importante de mi vida.

―Te juro por mi familia misma, que tu hermano pagara la muerte de Melina ― me aseguro haciendo que mis ojos cayeran sobre su rostro.

Dicha promesa parecía ser sincera por parte del dios del inframundo, pero eso no evitaba que mis lágrimas lentamente se deslizaran por mis mejillas. Un agujero en mi pecho exigía la presencia de mi hermana a mi lado, sentía como si me costara aún más respirar y que algo mío se me había arrebatado.

Poseidón hizo acto de presencia en la pequeña habitación en la que me encontraba junto a Hades, su mirada no hizo más que recaer sobre la mía, buscando creo yo algún indicio de mi estado físico y mental. Dichoso milagro que el hermano que más me odia se preocupara por mí, pero más allá de mis inquietudes no podía dejar de pensar en que sus acciones llegan a confundirme.

― ¿Se encuentra bien? ― pregunto Poseidón rompiendo por completo el silencio que se había generado en la habitación.
―Perfectamente ― le contesta Hades poniéndose de pie, para luego ayudarme a hacer lo mismo.

―Afrodita, lamento tu perdida ― expreso, Poseidón mirándome fijamente ―No quiero ni imaginarme por el infierno que debes estar viviendo, perder un hermano debe ser una herida imposible de sanar.

Asentí con la cabeza, ya que se me hacía imposible poder articular, aunque sea una palabra. Sentía que por más que lo intentara mi voz sonaría rasposa y casi sin fuerzas, pues es así como sentía mi cuerpo. Como si fuera un saco de huesos el cual luchaba por mover, pero mis esfuerzos eran en vano, me sentía demasiado cansada.

― ¿Me permites comentarte algo? ― pregunto el hermano de Hades sin quitar su mirada de todo mi cuerpo.

―Poseidón, no es momento ― habla esta vez Hades.

―Yo creo que sí ― estableció ignorando por completo las palabras de su hermano. Sentí como Poseidón aparta a Hades de mi lado haciendo que mi cuerpo se tambalee por algunos segundos, tomo mis manos con fuerza obligándome a tener contacto visual con él ―Con esto has aprendido lo que es la vida al lado de mi hermano ― argumento con seguridad ―Si realmente deseas permanecer a su lado, deberás hacer muchos cambios en tu vida.

―Suéltala ― dijo entre dientes Hades colocándose entre medio de ambos ―Ella no tiene que cambiar nada y deja de querer alejarla de mí.

―Tú y todo esto la matarán ― expuso Poseidón mirándome fijamente ―Y mientras lo intentes negar más idiota te vuelves.

Mientras los dos peleaban por lo que supuestamente es lo mejor para mí, yo solo podía pensar en lo que realmente quería para mi vida a partir de aquel momento. La muerte de Melina marcaba un antes y un después en mi vida, no podía ni siquiera negarlo.

―Ya basta los dos ― les pedí haciendo que mi hilo de voz se hiciera oír por ambos hermanos ―Ninguno de ustedes dos me dirá que tengo o no que hacer ― volví a hablar, pero con más fuerza ―Quiero vengarme, quiero estar preparada para cualquier hijo de puta que quiera a alejar a las personas que me importan de mi lado.