𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐈

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[La pequeña tienda]

Pasé mis manos con desesperación por mi cara, estaba tan aburrida, jale mis mejillas levemente para luego levantarme de la cama, no se cuanto tiempo llevaba acostada y sin siquiera moverme.

– maldita sea, flojera, sal de este cuerpo tan trabajador.– solté una risilla al recordar ese meme de mierda para personas mayores —y realmente me daban algo de risa–.

Vamos, tu puedes Pomelia, levantate, no es nada que no puedas hacer...tu puedes...

–no puedo...–hice una mueca para luego mirar mi cuarto y dar vueltas por la cama hasta terminar casi tirada en el piso, solo que mis piernas amortiguaron todo.– vamos...muero de hambre

Realmente no había comido nada en la semana, solo cereal y...algo de avena con leche, poco más, así que anhelaba algo distinto, tal vez carne asada o una sopa de camarones....ohhh deliciosa sopa de camarones~

– odio mi vida....–poco a poco me fui levantando para estirarme; apenas y logro recordar como caminar me dirijo a la cocina para ver lo que había, algo si me llenará.– por ahora nada...–di media  vuelta para ahora ir al baño, sentarme en la taza y quedarme pensando en que podría comer.–me voy a quedar pegada.–rápidamente me levante para volver a estirarme, mi postura no es la más correcta que digamos. Aún sin saber que hacer con mi miserable vida me di una ducha, ni siquiera estaba buena el agua, nunca la había sentido tan fría, casi podía ver los cubos de hielo cayendo de la regadera.

[•••]

Mire con desesperación al mesero, el cual solo estaba nervioso, llevaba media hora esperando mi comida y aún no llegaba.

–supongo que seguiré esperando....–hice una mueca para recargarme en mi brazo, poco tiempo después de eso al fin la comida llego, provocando que soltara un suspiro de alivió al ver la deliciosa sopa de camarones y ceviche que me esperaba.

[•••]

Tras aquella deliciosa y encantadora comida—sin mencionar que caso peleo con el mesero por no darle propina—me dispuse a bajarla, osea...dar una caminata sin rumbo definido, estaba demasiado aburrida y por ahora mis animes favoritos se encontraban pausados por una terremoto ocurrido en Japón....¿qué?....¿que la protagonista es otaku?...¡PERO CLARO!, ¿QUÉ ESPERABAN?.

– jeje...–reí mientras caminaba por aquella solitaria calle, nada por aquí ni nada por allá, las personas no solían concurrir en estas fechas ya que en este lugar es pan de cada día que en abril pongan toque de queda de la nada...podías estar en un super a medio día y ¡PUM! Toque de queda hasta el día siguiente, una vez me paso, no fue muy agradable pero ¡ey! Hice nuevos amigos que nunca más en la vida veré ....o tal vez si, este lugar es muy pequeño.

– ¿sería prudente irme?..todos lo hacen a esta edad...–hice una mueca pensativa, todos los días en ese lugar eran lo mismo, lo único que iluminaba mi triste y solitaria vida eran aquellos monos chinos que veía noche tras noche, día tras día...y ahora! Estaban suspendidos hasta que todo mejorara...– maldición...no puedo esperar por el adelanto de wano.–hice una mueca triste para luego reír, otro pan de cada día, ni siquiera me esfuerzo en esto, terminaré loca o con esquizofrenia...

La monotonía era una de las causas por las que apenas y vivían jóvenes en aquel pequeño pueblito...¿comunidad?...lo que sea, pero era realmente aburrido, y como dije, los jóvenes muchachos que cumplen los 18 y tienen suficiente dinero como para comprar una casa, se van lo más rápido que pueden...pero yo...por alguna razón sigo ligada a este lugar, claro que e tenido la oportunidad de largarme....solo que no logró hacerlo bien...no lo se.

– soy escoria~.– solté con un tono aniñado, girando los ojos mientras sonreía, mi autoestima estaba por las nubes, no era broma, pero una que otra palabrita no se salvaba, se que soy una reina. Mientras tanto, mis ojos viajaban por el piso hasta que algo llamo mi atención, saliendo de mi mundo, lo que yacía a mis pies era una alfombra roja con algunos brillos y toques dorados, enarque una ceja para levantar la vista y ver que se dirigía a la puerta de una peculiar tienda–baratijas. –sonreía con descaro para ver por la vitrina, habían sillones y un sin fin de espejos, en la zona central había un mostrador, totalmente vacío, ni una sola persona, solo una campanita sobre la mesa y ya.

Esta m*erda se prendió -One PieceWhere stories live. Discover now