Ayuda Millonaria (warmam)

Prólogo

El doctor se acerca a mi con una mueca de tristeza. 

No, por favor no, no las perdí, ¿no?

- Señor Muñoz lo siento muchísimo, como ya sabía su mujer tenía problemas en el corazón y no logró sobrevivir al parto, pero su pequeña hija nació sana y salva.

Escucho jadeos y llantos detrás mío.

Bajo la mirada y salgo del hospital, necesito un tiempo para mi solo, suspiro y me voy a un parque que se encuentra cerca.

No puedo creerlo, me prometió que ella estaría bien, me dijo que volvería de esa sala con nuestra hija y que luego volveríamos a casa como una familia. Ella me lo prometió, maldita sea. 

Golpeo lo primero que tengo cerca y cierro fuertemente los ojos al notrar como se empiezan a llenar de lágrimas. 

Siento una mano en mi hombro y me giro para ver de quién se trata, es Perico, mi guardaespalda, sin decirme nada, me envuelve en un brazo que me transmite paz.

- Señor, ¿por qué no va mejor a conocer a su hija?

Suspiro y alejándome de él, asiento con la cabeza. Quizás si veo a mi hija mi tristeza sea opacada, aunque sea por un momento.

Al volver al hospital me encuentro con mi suegra.

-Miguel lo siento tanto.

Me abraza y llora. Y aunque yo intento no llorar, algunas lágrimas se escapan de mis ojos.

-Quiero conocerla.

Me sonríe levemente y me guía hasta la ''sección de bebés recién nacidos'', me señala hacía una especie de cuna y observo un nombre escrito en ella.

-Espero que no te moleste, pero me pidieron su nombre y como ni tú ni Mónica me lo dijeron, me tomé la libertad de elegrile el nombre yo misma.

-No, no te preocupes, no habíamos pensado en un nombre. Te lo agradezco, es muy bonito.

''Alicia Muñoz''

Mi princesa.

Al acercarme a ella, vi como abría sus preciosos ojos marrones , igual que los de ella, idénticos a los de Mónica.

La veo hacer muecas que no entiendo, pero aún así sonrío. Ella es la única razón por la que no me he derrumbado, mi mundo ahora solo lo sostiene ella.

Mi pequeña princesa Alicia.