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––¡Estoy listo! ––gritó Vincent emocionado, cerrando su libro , al parecer tiene un examen y no ha parado de estudiar.

Venimos a la biblioteca cuando tenemos una materia difícil de entender o aveces sólo para conversar y/o leer. Casi es una rutina.

Pero al pelirubio con lentes se le olvida donde estamos y siempre nos llevamos un sermón de la bibliotecaria.

––Oye, niño ––volteamos a ver y era la anciana–– vuelves a hacer un ruido y te saco a patadas de aquí.

Le hizo una seña de que lo tenía vigilado y aquel sólo se encogió en su asiento.

––El lado bueno es que no nos odia a todos ––dije pasando la página de mi libro, Vincent me fulminó con la mirada.

Tania río .

––Oigan, hoy habrá una fiesta ¿irán? ––comentó ella masticando su chicle.

Ella es bonita, me ayudó cuando casi reprobé matemáticas, lo que me gustó de ella es su cabello, es ondulado y castaño, sus ojos son café oscuro al igual que los mios; es fiestera y divertida, te dice las verdades cuando tú no las ves, se podría decir que es mi consejera.

––¿Habrá alcohol?

Ése es Marcus, también es fiestero, ¿mujeriego?Obvio. Tengo que decir que es guapo y ni hablar de sus bíceps. Con sólo decirles que una vez entré al vestuario de hombres por equivocación y lo encontré en bóxer. Me quedé como ¡Mama Mía! El chico si tiene de que sentirse orgulloso. Es el mejor en natación. Lo único malo es que no se lleva muy bien con Tania, discuten por lo que sea.

––¿Qué pregunta es ésa? ¿En qué fiesta no hay alcohol? ––refuta mi amiga.

––¿Lo ves? Intento entablar una conversación y ¿qué es lo haces? Empezar a discutir. ––habló el castaño con una poco de molestia.

Y aquí vamos...

––¿Discutir yo? Si tu eres el que siempre suelta comentarios sarcásticos e indirectas.

Marcus tensó la mandíbula.

Esto se va a poner intenso. Necesito palomitas en este instante.

––Y ¿Eso te molesta? Porque si no me quieres oír simplemente te puedes ir de aquí ––hizo una seña hacia la salida.

De reojo miré al pelirubio quién también se encontraba entretenido con la situación.

––Pues ¿sabes qué? ––deslizó la silla, levantándose–– Sí, me voy, porque no soporto tu presencia. Y tú también te puedes ir... ¡pero a la mierda!

Sin más, se fue y no creo que la volvamos a ver por hoy.

––Como sea, también me largo. Tengo práctica de natación.

Ojalá que por lo menos el agua le quite la tensión.

––¡Qué cine, qué ópera; el show que ellos dan es el mejor de todos! ––soltó Vincent haciéndome reír.

                            ******

Decidí saltarme las últimas clases e ir al campus, necesito despejar un poco mi mente y relajarme. Aveces se necesita estar un momento solo para ordenar tus pensamientos.

Coloqué mi mochila de almohada y me recosté en la grada más alta mirando al cielo, nunca me cansaré de decir que el cielo es lo más hermoso que puede haber, es incomparable.

Desde que mi padre falleció hace solo un mes, no he dejado de cuestionarme sobre que haré con mi vida. Él me hace falta, aunque no estaba siempre, me apoyaba en lo que sea. Antes pensaba que ponía su trabajo sobre mí, pero era todo lo contrario, mi padre cumplía su deber para demostrar que el podía protegerme de cualquier amenaza.

Luego de aquel incidente de hace 2 años, se preocupó mucho por mí y llegó a pedir unos días a sus superiores; yo estaba destrozada, triste y depresiva, sin embargo pude conseguir el consuelo de mi padre y con ello muchas de sus palabras alentadoras. Me convenció de que llorar no lo es todo y que en algunas ocasiones debemos ser fuertes, fuertes de corazón.

Me di cuenta que él ya estaba acostumbrado a equilibrar sus sentimientos y neutralizarlos, eso lo aprendió de su trabajo, por algo terminó siendo el Comandante Julián Rey.

Un día me levanté e hice lo mismo que mi padre, anulé cualquier sentimiento que pueda lastimarme y sólo me dediqué a avanzar y seguir con mi vida; convencí a mi padre de que me enseñara a disparar armas cortas y defensa personal. Aprendo rápido, así que no me tomó mucho tiempo, luego de eso mi padre tuvo que regresar a su trabajo y esa fue la última vez que lo ví...con vida.

Siempre recuerdo lo último que me dijo:  La vida es una y es muy corta, Alice. Asi que lo único que te queda por hacer es ser feliz, pero lo único que te pido es que no vuelvas a llorar por un hombre que no lo vale.

Me dolió su muerte, pero siempre sonrío y recuerdo que él murió como lo que es, un héroe.

––¡Oww, pero qué ternura! ––una voz chillona me sacó de mis pensamientos.

Ni siquiera miré porque ya sabía de quién se trataba.

––Ahora no, Nina ––mi tono fue suave y tranquilo pero no creo que eso fuera suficiente para que se largue.

––¿Qué dirás ahora, eh? Te vi coqueteando con mi novio.

¿Quién carajos era su novio? Espera un minuto....¿Sigue con Vincent?

Me senté y tomé mi mochila.

––Yo no coqueteo ––comencé a bajar los escalones––. Y talvez tu novio se dió cuenta que yo soy más divertida.

Sonreí, mientras caminaba hacia la salida.

Me gusta molestarla, es divertido. Pero otras veces si me saca de quicio.

––¡Hey! ––exclamó el pelirubio mientras llegaba a mí y rodeaba mis hombros con su brazo–– ¿Qué ocurrió? Después de la biblioteca no te vi en clases.

Ya fuera del colegio, saqué mi celular para ver la hora.

––Bueno...solo quería estar yo sola con mis demonios.

Me dió una sonrisa amigable.

––Eso es habitual en ti. ––rodeé los ojos.

Él siempre dice que yo estoy loca, por las tonterías que hago.

De la nada sentí un cosquilleo en mi cuello, observé a mi alrededor con disimulo y encontré a un auto del otro lado de la calle a unos metros de nosotros, era un sedán negro con vidrios polarizados.

Intenté levantar mi celular para sacarle una foto a la matrícula, pero pegué un brinco en mi sitio cuando de pronto salió a toda velocidad que hasta dejó marcas en el suelo.

––¿Estás bien? ––me miró preocupado.

––Si...sólo vámonos.

Estoy siendo paranoica.

ALICE REYTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang