Capítulo 1

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Todos los magos creen que la casa de Slytherin está compuesta solo de personas sangre pura los cuales son engreídos, clasistas y narcisistas. Personas llenas de dinero y de lujos, tantos que todo les sobraba... siempre pensando que son personas que, con solo dar una orden, podían tener todo lo que deseaban, sacando solo una pequeña parte de su fortuna de las diversas bóvedas, pero la verdad es que no todos son de esa forma.

Bien, si hablamos de la realidad de ellos, se puede decir que la gran mayoría son de esa forma, casi un 98% de ellos aún son sangre pura, con todas sus costumbre y demás, pero hay unos casos muy escasos que no entran para nada en esa clasificación.

Severus Tobías Snape Prince estaba en el 2% restante, el cual es totalmente diferente a la clasificación de Slytherin que todos conocen. Severus es un chico de 17 años, sangre mestiza, pues su madre es una bruja y su padre un muggle, un ser sin magia; su cabello es largo y brillante, aunque eso creían que era por suciedad, en realidad se debe al vapor de las diversas pociones que Severus amaba preparar en sus tiempos libres; es un poco bajo para su edad, y tiene una piel pálida cual porcelana que junto a sus otras características le dan una apariencia hermosa y delicada.

Lamentablemente, por ser diferente a los suyos, la gran mayoría de su casa no le quería y si le sumamos a las personas que odian a los Slytherin solo por pertenecer a esa casa, lo cual era la mayoría, Severus estaba totalmente solo. Bueno casi solo, pues él tenia a una persona, a su mejor amiga.

Lily Evans era el nombre de esa persona, una chica de Gryffindor, la casa naturalmente opuesta a la de Severus. La chica tenía un hermoso cabello castaño rojizo y unos hermosos ojos verdes, los cuales desde el primer momento, Severus adoró...

Eran amigos de infancia, pues vivían cerca y se juntaban mucho antes de llegar a la escuela, es mas, Severus fue el que comenzó a instruir a Lily en el gran mundo de la magia.

Severus, aunque solamente tenía a una amiga, contaba en parte con el apoyo del director de la escuela y aunque tenía un favoritismo claro por los Gryffindor, si uno se colocaba a hablar con él por uno momento, podía llegar a ser alguien interesante y de gran sabiduría.

Todo estaba relativamente bien en la vida de Severus pues aun que tenía pocas personas importante en su vida, eran personas que le querían de verdad. Pero todo puede cambiar en un día...

Era el último día en el castillo, Severus ya tenía todo arreglado y listo para irse. Se había graduado junto a su mejor amiga y estaba ya buscando la forma de postular a una beca a una academia de pocionista con la ayuda del director, así que estaba feliz porque estaba a punto de realizar su sueño.

Estaba caminado con calma a la oficina del director para despedirse de él, pues realmente se sentía agradecido con el mayor, pero cuando estaba por entrar escucho al director hablando con alguien a quien reconoció claramente como la profesora McGonagall.

- Ya le dije profesora, al fin lo tengo plenamente en mis manos. Ya está todo listo para que haga la maestría, y una vez terminada, lo convencí de que se transformara en nuestro maestro de pociones y así poder controlarlo aún mejor que ahora, y cuando este en nuestro poder podremos tener su magia, solo es cosa de esperar un año más – le explica el mayor de manera seria.

- Ya le dije que no estoy de acuerdo con esto, usarlo de esa forma... - le mira a los ojos – sabemos que necesitamos la magia de él para la protección del castillo, pero el sacrificarlo de esa forma, utilizarlo, es inmoral.

- Ya lo sé, pero es la única manera. Debemos extraer la magia de Severus, necesitamos hasta la última gota de ella, tiene la magia de los Prince, es el último heredero, es muy importante – comienza a caminar con calma y le sonríe – Por favor, necesito tu poyo para esto, sabes que es lo mejor para todos. No lo hago por mí, lo hago para cuidar a todos los alumnos que vienen, para el futuro, la magia del castillo está débil – suspirando algo agotados – Solo un poco más, ya está totalmente encariñado conmigo, aunque fue simple, es un niño con falta de cariño, ¿crees que esto es simple de soportar? Claro que no lo es, pero hago este sacrificio por un bien mayor.

No Quiero Estar SoloWhere stories live. Discover now