¶ Hablar como la gente real ¶ [ Garycato one-shot]

°Unico°

Warning ah que-
Escribir no es mi fuerte y probablemente tiene muchas faltas ortográficas y de puntuación (sobre todo de puntuación) 👉👈 asique eso aaaaa

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Mientras Little cato dibujaba en su escritorio escucho los golpeteos en la puerta de su habitación. Soltó un "pase" obviamente sabiendo quien era, no había nadie más que él y su padre en la vieja casa desde hace ya 8 años.

Avocato entró despacio sin querer interrumpir la privacidad de su hijo, se le notaba nervioso mientras ojeaba la ya conocida habitación.
Cato lo miró esperando a que hablara, quizás venía a decirle que iría a comprar o que lave su chiquero de ropa, pero no, simplemente entró y empezó a admirar la habitación, la habitación que cato tenía desde que nació y apenas había cambiado.

—¿Entonces...? — Pequeño cato dejó el lápiz a un lado.

—Bonito poster— Señaló Avocato.
En realidad era el afiche de un concurso de bandas en el que pequeño cato quería participar. Resulta que el concurso de bandas fue hace dos años y olvidó sacar el afiche. A estado 2 años pegado en la pared.

Cato vio el supuesto poster—Si... ¿Querias decirme algo? — No quería sonar rudo con su padre era solo que... ¿Llegó, miró su pieza y comenzó a alagarla? Definitivamente necesitaba algo.

—Yo... Quería hablar contigo.— el menor se sorprendió. Tenía buena relación con su padre pero nunca de tener conversaciones "serias" y al parecer su padre quería una de esas.
Hablan mucho, es verdad, pero casi siempre de tonterías, armas o sobre el trabajo de su padre; por ejemplo, muy de vez en cuando tocan el tema de su madre y solo cuando es necesario (como cuando tiene que ir a ver a su abuela materna y obviamente se tiene que mencionar a la difunta vetrexiana de una forma u otra).

Asi que el ventrexiano anaranjado se acomodo en su silla. Con la mano le hizo una seña al mayor de que se sentará en la cama frente a él. Avocato agradecía la disposición de su hijo y se sento tomando una buena porción de aire, llenando sus pulmones de oxigeno, botarlo y luego volver a llenarlos con la esperanza de que se convierta en valentía.

Si el cielo existiriera, Avocato estaría seguro que la madre de su hijo se encuentra descansando allí, preocupada por Little cato y burlándose de la actual situación de quien fue su pareja. Ella era un ángel, irradiaba luz y el mayor estaba seguro que ella (donde sea que esté) le apoyaría en esta desicion de seguir adelante y tratar de abrir su corazón a otros posibles romances.
Cuando murió, se sentía como una pesadilla que nunca terminaba, no importaba cuantas veces intentaba despertar. Su mundo se había ido junto a ella y nunca pensó que se podría llegar a sentir tal nivel de dolor, sin embargo, con él se quedó la parte más preciada de toda su relación: su hijo.

Se obligó a levantarse todas la mañanas solo para ver a su pequeño.
Siempre creyó que su corazón se fue con ella pero a medida que cato iba creciendo se dio cuenta que todavía tenía mucho amor que dar.

Cuando conoció a cierto chico rubio no pudo evitar recordar la sonrisa de su difunta esposa.

Cuando beso por primera vez al chico rubio no pudo evitar sentirse culpable, no porque no le gustará (todo lo contrario) , si no porque sentía que estaba traicionando (de alguna manera) a la familia materna de Cato (que les había brindado mucho apoyo desde el nacimiento de este).
Con respecto a su antigua amada, Avocato estaba seguro que ella estaría feliz de verlo progresar.

En su primera cita con el chico no pudo evitar sentir el florecer en su pecho, se habían tomado las manos como dos adolescentes y el salto que dieron sus nervios fue demasiado agradable.
Se sentía culpable otra vez, su corazón decía que estaba bien, ella no tendría rencor y que posiblemente ella se estaba cojiendo a Elvis Presley en el cielo. Pero su cerebro le decía que estaba siendo un desagradecido inmoral que no podía respetar a la familia de su difunta esposa.
Y a pesar de todo, cuando las manos del rubio tocaban su rostro sabía que estaba en el lugar indicado, en el momento indicado y con la persona indicada.