¿Puedo amarte? | larry stylinson

Única parte.

Harry está sentado sobre su cama, sosteniendo con fuerza unas hojas de papel, con escritos en ellas. Las acerca a su pecho y se abraza a sí mismo.

No tendría por qué estar nervioso, pero siente que sus manitas están sudando.

«Ugh.» decide que es mejor tranquilizarse, no va a pasar nada malo, simplemente le va a mostrar a Lou su trabajo, haciéndolo sentir orgulloso cuando le diga que sacó la calificación más alta. Aunque Harry está seguro de que lo hizo porque estaba hablando de Louis y todos aman a Louis.

Cuando su respiración deja de ser agitada y por fin puede bajar su ritmo cardíaco, su madre grita algo que hace que su corazón lata tan rápido que en ese momento pensó en la posibilidad de que se saliera de su pecho, tal como en las caricaturas que veía por las tardes con Lou.

-¡Ya llegó Louis, Harry!

Y él no sabe qué hacer. ¿Debe bajar? ¿Debe esperar a que Louis toque la puerta de su habitación? ¿Debe quitarse esa playera y ponerse otra? ¿Debe hablar? ¿Debe saludarlo con un abrazo o simplemente con un "Hey"? ¿Debe dejar de caminar por toda la habitación como un jodido loco? ¿Debe peinar su cabello? ¿Debe reaccionar?

-Haaaa... rry... ¡Harry! -y es ahí donde se da cuenta que comer muchos dulces, simplemente te deja mal.

Louis está frente a él, con el ceño ligeramente fruncido, las manos están sobre los hombros de Harry, quizás lo había sacudido para que reaccionara.

«Oye, Lou está frente a ti.»

«¡¿QUÉ?! ¿QUIÉN ERES? Ya me morí, ¿no? ¡¿PERO POR QUÉ?! NO ME DESPEDÍ DE MI MAMI, NI DE LOUIS, NI DE LA SEÑORA QUE ME VENDE DULCES.»

«Soy tu subconsciente y vivo dentro de ti. Y no, no estás muerto, pero si no reaccionas, Lou pensará que sí. »

-Harry, esto me está dando miedo... ¿sigues vivo o debo... ? NO, NO, NO SIGAS LA LUZ, HARRY, POR FAVOR. AY DIOS, AY DIOS. -ahora quien está enriqueciendo es Lou, habla demasiado rápido y está exagerando las cosas, pues Harry se ha mantenido estático sólo unos segundos. Pero perdió la cabeza.

-¡Lou!

Escucha cómo lo llama Harry y se siente ridículamente feliz al saber que no murió y que los padre nuestro tendrán que esperar.

-¡Harry! -se acerca rápido a él y lo abraza fuertemente. Dejando su nariz contra el cabello del más pequeño, y se dedica a olfatear el olor a frutas que desprende. Harry envuelve sus pequeños brazos alrededor de Lou, y nada nunca se sintió mejor que eso. -Pensé que habías muerto o algo.

-Yo también lo pensé, pero sólo estaba hablando con mi subconsciente, ¿tú tienes uno? Él dijo que vivía dentro de mí... supongo que mi mamá tiene que desparacitarme o algo.

Louis ríe ante el comentario de su amigo. Le gusta ser su amigo, porque tiene 11 años y Harry sólo 9, y de esa forma puede hacerse el gran sabio enseñándole cosas que no sabe y que él sí. Además, se siente bien al ser más grande, pues puede defenderlo y cuidarlo cuando lo necesite. Así que sí, se siente feliz básicamente porque tiene a Harry en su vida.

-¿Estabas hablando contigo mismo? -pregunta y el otro asiente con su cabezita. -Eso no es nada malo, Haz. A veces yo también lo hago.

-¿Entonces no tengo que desparasitarme?

-No, no te preocupes. -el pequeño suelta un suspiro aliviado.

Se separan del abrazo y Louis camina hacia la cama de su amigo. No pide permiso y se acuesta sobre esta. Harry imita su acción, sólo que no se acuesta, se mantiene de pie frente a la cama.