Parte 1 Sin Título

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A un tic tac mas del reloj, con el humo dispersado en mis pulmones y mi mirada cada vez más fría, pienso en que cerca se encuentra todo esto de la demencia, me resguardo aun, extasiado en tu baile frenético, para no caer rendido antes esa idea entre cuatro paredes y un candelabro, este aparentaba sostener un techo a punto de desplomarse en el suelo de madera, como si todo estuviera creado en mi mente y despojado de mi como ilusión, de una forma extraña la pava estaba hirviendo con un pitido que acompañaba a las agujas del reloj. Seguías bailando, me gustaba decirle así. Si en algún rincón de la oscura perversidad, que hallabas fácilmente en mi cabeza, le hubiera podido llamar baile al acto que desempeñabas con tus manos, te hubieras reído, sometida en tu juego privado que me permitías observar, asombrada de tu capacidad de cada día llegar más lejos y nunca, en ningún momento, necesitarme. Nunca nadie pudo apagar el fuego que crecía en tu interior, más que vos misma algunas noches de invierno, cuando me despojabas a mi asquerosa vida para sufrir en soledad. Dabas por hecho que yo si te necesitaba, en realidad, lo sabias, y por esa misma razón te divertía de cierto modo, era tu imagen pornográfica verme partir, cuando cada acto que emitía mi cuerpo exhausto pedía más del tuyo, de tus labios que jamás vi sin pintar de ese color rojo, de tus ojos cerrados que acompañaban ferozmente tus gemidos y tus manos, tan tuyas y de nadie más. Perversión era no desearte por completa y la muerte podría haber sido tenerte. Podías sutilmente ser complaciente y sumisa cuando observabas que existía posibilidad de que huyera, pero yo sabia que no lo haría y por ende vos también, me gusta pensar que era tu manera de reconfortar tantas perdidas en mi vida, así que esas noches, me dejabas ser tu dueño por unos momentos y quedaban marcados en mi piel como cicatriz para una eternidad placentera, al llegar el día todo volvía a ser igual, como si la luz del sol me volviera un objeto de colección para tus estantes. En un lapso de duración, en el que un saquito de té se mezcla con el agua hirviendo, pude hacerme consciente de la terrible espera que aún me aguardaba en mi vida. Todo un proceso de pensamientos inalcanzables e incomprendidos por mis capacidades o por la simple aprobación de mi personalidad arraigada, creada ante la mirada del otro que, en su defecto no ve más que por sí mismo y a su vez, todo aquello nacido de un acto totalmente ordinario.   

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⏰ Last updated: Jul 24, 2020 ⏰

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