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Su matrimonio nunca había sido exactamente feliz, primeramente porque no se unieron por amor, más bien, porque lo que siempre pasaba en familias tan influyentes como las suyas, era básicamente un matrimonio por obligación.

Lo peor no es que los hayan casado, ambos ya estaban preparados para lo que les deparaba el futuro y eran consientes de que tendrían que casarse con la persona que sus padre eligieran desde que tenían 16 años, no, lo peor era que ellos no se conocieron hasta el día de la boda, no tuvieron tiempo para conocerse ya que ambos estudiaban en el extrajero.

Y después de la boda, volvieron a irse cada uno por su lado, a seguir estudiando para tomar en un futuro la empresas de sus respectivos padres, básicamente vivían como solteros pero si respetaban su matrimonio, aunque este no fuera por amor y apenas sí conocían sus nombres eran un matrimonio al fin y al cabo y se respetaban como tal.

Vivieron casi cinco años por separado, mirándose únicamente en las fiestas de fin de año y en verano que volvían a sus hogares durante las vacaciones; cruzaban palabra únicamente cuando tenían que hacerlo, no sabían nada el uno del otro pero para la sociedad ellos eran una matrimonio "Feliz y sólido" ambos pensando que podían ser cualquier cosa menos eso.

Y finalmente, después de los cinco años regresaron a Seúl, donde sus padres ya les tenían lista una hermosa casa igual o más grande que las de ellos, como si un departamento no fuera suficiente para dos personas.

Sin decir nada se instalaron en habitaciones diferentes, y así pasó un año completo viviendo en la misma casa pero sin compartir nada, aunque si habían estado prestando atención al otro sin darse cuenta pues TaeHyung ya sabía que a HoSeok no le gustaba el chocolate, tomaba un vaso de leche tibia para poder dormir, su color favorito es el negro y otros pequeños detalles.

HoSeok, por otro lado, sabía que TaeHyung tenía que tomar una taza de café al despertar sino estaría de mal humor todo el día, amaba a los niños y podía leer un libro de más de quinientas páginas en menos de tres días. Pequeños detalles que les facilitaba su convivencia el día a día.

Inconscientemente habían establecido quien haría el desayuno y quien la cena, ya sabían los platillos que podían o no comer muy temprano o muy noche, y aunque ya hablaban un poco más su convivencia estando solos era casi nula, pero seguían siendo la pareja perfecta.

Una noche, TaeHyung simplemente noto el atractivo del castaño, no es que no se haya percatado antes pero por alguna razón, cada vez le parecía más hermoso, había visto su sonrisa en eventos sociales pero sabía que no era real y quería, ansiaba ver la verdadera, una sonrisa que si llegara a sus ojos y no se mantuviera sólo en sus labios.

Volvió en sí cuando HoSeok se percató de su mirada y se giro a verlo confundido, el azabache negó y comenzó a leer el libro que tenía en sus manos, tratando de prestarle atención pero la verdad su vista estaba en blanco, él no entendía por qué pero su mente estaba en HoSeok.