Bryan salía de clases cansado de todos esos "discursitos" que dan los profesores, seguido de Marta, una muy buena amiga suya desde pequeños. Bryan, como su propio nombre indica es el típico chulo de barrio, es muy sobreprotector, pero también tiene muy buen corazón.
-Que, ¿vienes a estudiar conmigo a la biblioteca?
-No tiene gracia
-Eso es porque no te estas viendo la cara, jaja
Marta es una chica divertida, la chica perfecta para pasar el rato
-Bueno, pues vamos a la cafetería que ya tengo hambre _dijo Óscar, un amigo suyo_
-Como no
-Oye, y a este que le pasa
-Nada, que no tiene sentido del humor _dijo Marta riéndose_
-Si que tengo
-Hombre, habló, pensaba que le había comido la lengua el gato _Óscar le estaba siguiendo el juego a Marta al parecer_
-¿Tu no querías ir a la cafetería? Pues vamos.