Albert y Candy no se imaginaban lo mucho que llegarían a cambiar sus vidas después de que él le propusiera y ella aceptara una invitación a un viaje por una tierra mágica.
(Una historia relatada desde el punto de vista de ambos).
NOTA DE LA AUTORA: El fanfic a continuación ha sido redactado como un tributo a la hermosa pareja compuesta por Candy y Albert, en una trama inspirada en un tiempo posterior a la historia original. Para poder crearlo me tomé un lapso para investigar sobre África a principios del siglo XX y sobre algunas de sus leyendas, aunque aclaro que la que menciono más adelante en el medio del escrito es meramente ficticia y fue ideada sólo para que encajara en esta mini novela de amor.
Con todo, este pequeño sueño que ahora les comparto, que surgió inspirado por bonitas imágenes que encontré en Deviantart, de artistas tales como Gosiekin o Ms. Puddle (que estaré mostrando más adelante), y también al escuchar la clásica canción del grupo Toto y la impresionante Adiemus de Karl Jenkins; lo tuve dándome vueltas en la cabeza durante muchos meses sin poder sentarme a plasmarlo, pero gracias al cielo pude completarlo y ahora con cariño se los entrego para que sueñen un poco conmigo también, porque sé que son tan fans del Candymundo como yo y disfrutan imaginando aventuras maravillosas para los protagonistas.
¡Mil gracias de antemano a todo el que pase por aquí y se detenga a leer!
Cuando Bert me propuso que le acompañara en aquel viaje, me pareció en un principio algo irreal, sin embargo mi corazón saltó de alegría luego al notar la seriedad dentro de sus ojos zafíreos al confirmármelo, con lo que de igual manera salté yo, prometiéndole de inmediato, para entonces y a futuro, ser la mejor compañera de travesía que podría llegar a encontrar.
Descubrí allí que una parte reprimida de mí siempre había deseado de alguna forma ver el mundo y qué podía ser mejor que lograr hacerlo acompañada de mi eterno príncipe azul, a quien por otra parte era mi anhelo poder servir siempre de grata compañía.
De tal modo, teniendo en cuenta que lo único que uno se lleva de la vida es el recuerdo de los lugares que ha visitado, las experiencias que ha vivido y lo feliz que ha sido; llena de ilusión acepté embarcarme junto a él en una aventura que sin saberlo cambiaría por completo el resto de mi vida... de nuestras vidas.
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