Como ninguna

1. Te quiero mucho

- Te quiero mucho.

 - Y yo a ti también.

Y las dos se abrazaron tan fuerte y con tanta verdad que todo el mundo pudo notar que las que pronunciaron las últimas frases que grabaron en esa serie no habían sido Luisita y Amelia. Todos los compañeros que se habían reunido allí para vivir el final de esa etapa junto a ellas y todos los espectadores pudieron ver que en ese momento habían dejado a un lado a sus personajes y que eran Paula y Carol las que se dedicaban aquellas palabras la una a la otra.

Y es que todo el mundo sabía que ese "te quiero" se quedaba corto entre ellas. Habían pasado dos años viviendo juntas una aventura única y ambas sabían que nada hubiera sido posible sin la otra. Lo que habían creado era algo mágico y perfecto porque estaba formado por ellas dos.

La suerte les llegó a la vez, con eso a lo que todos conocían como Luimelia. Y entonces cambió la vida de Paula y Carol y toda esta aventura la habían vivido la una con la otra. Durante estos dos años habían trabajado juntas, se habían visto casi a diario, habían comprobado cómo su trabajo ayudaba a miles de personas, habían llorado y reído juntas... En estos dos años habían compartido más que con cualquier otra persona. Cómo no iba a saber el mundo que se querían.

Pero detrás de todo esto había mucho más. Cuando las cámaras se apagaban y Luisita y Amelia desaparecían, entre ellas seguía la complicidad, la química, el amor y la admiración.

Y por todo ello, Paula en el fondo sentía algo de alivio con esa despedida. Esa situación le partía el corazón como a la que más, pero sabía que necesitaba apartarse un poco de su compañera. Si no cambiaba algo de aquella relación, acabaría sufriendo.

Después del "Corten. Es buena", los compañeros empezaron a aplaudir como habían hecho en la última escena de todos los que dejaban la serie en aquella temporada. Pero ninguna consiguió parar las lágrimas ni romper el abrazo.

- No tardéis mucho en volver - les dijo Itziar cuando se acercó a ellas y se unió a aquel abrazo. - Os echaré tanto de menos como Manolita.

El resto del equipo se fue acercando y entre todos consiguieron animarlas un poco. Cada una se dirigió a su camerino cuando empezó a disolverse aquel grupo de compañeros. Sólo les quedaba acabar de recoger un par de cosas y se despedirían para siempre de esa habitación en la que tantas horas muertas habían pasado cada día mientras no les tocaba grabar. Por eso Paula estaba apurando el tiempo al máximo allí dentro. Por eso y porque prefería esperar a que su compañera se fuera y no tener que cruzarse con ella o todo sería aún más difícil. Se sentó en aquel sofá por última vez y de nuevo empezó el llanto. Agradecía estar sola en ese momento y que nadie viera lo hundida que estaba. Así que decidió quedarse allí un rato más hasta que se calmara.

Cuando Paula salió de su camerino ya más tranquila, se asustó al encontrarse a Carol justo en su puerta y ésta no pudo evitar una carcajada al ver la cara de su amiga.

- No te rías. Vaya susto me has dado. ¿Qué haces aún por aquí? Daba por hecho que ya te habrías ido.

- Te estaba esperando. Llevo aquí un rato ya. Tenía que despedirme de ti antes de irme.

- ¿Otra vez? - preguntó Paula riéndose. - Vaya dramáticas somos.

Intentaba hacerse la dura, pero era poco creíble si mirabas sus ojos aún hinchados de llorar.

- De ti no me he despedido aún.

- ¡Porque nos vamos a ver en una semana en Luimelia, Carol!

- Una semana ya es mucho para nosotras, ¿no crees?