Voces. Capítulo Único.

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Silencio, dolor, angustia, vio la gota de melancolía caer, sin regreso.

El desolado viento sacuadia, como siempre, sus alocados cabellos. El impresionismo grabado en sus ojos se extinguía poco a poco, no fue capaz de olvidar su mirada tan opaca, sin rastro de vida.

En algún momento de su vida olvido lo que era o lo que fue. Se perdió en si mismo, sin recuperarse de ese bucle mental, indeciso como aquel que quiere y no.

Cemento húmedo acarició sus descalzos pies con burla, casi riéndose de él, susurrándole un destino trágico, ya escrito. Su fin. Escuchó a lo lejos el susurro del agua como última despedida. Lo transformó en un recuerdo tranquilo, por primera vez en su vida sentía paz.

(...)

Namjoon. Un nombre común, según él, y según aquellos. Él camina, corre, sonríe y llora. Pero también guarda silencio. Demasiado. Él no era común, jamás lo fue. Sus padres siempre lo mimaban y acunaban, para ellos él era un niño normal, sin embargo él, con sus claustrofóbicos cinco años de edad sabia que no era así.

El primer día de colegio una chispa se encendió en él, fue el comienzo de todo, de las voces, de las burlas, de los maltratos, y de las lágrimas. Pero más que nada del silencio.

El primer día lo golpearon.

El primer día él, golpeo.

El primer día habló.

-Las voces me dijeron.

-¿Te dijeron qué?

-Que lo golpeara.

El primer día lo miraron raro. Después de eso no pararon.

Ya entrada a una edad más complaciente y exeperimental... Como un pequeño cervatillo en busca de libertad, fue desilucionado y aplastado por la realidad de aquel cazador a la espera. Todo explotó dejando sólo ese sabor amargo.

Sus cumpleaños nunca fueron la gran cosa, siempre era su familia, primos tias, tios, abuelos y abuelas quienes asistirían. Ese año sus padres dieron la oportunidad de invitar amigos y hacer lo que él prefiriera.

Nadie asistió.

Ese mismo día, mientras Namjoon golpeaba sus piernas, con un sentimiento de agonizante tristeza y rabia, acurrucado bajo la mesa, sus padres empezarían una pelea.

Nadie cantó cumpleaños feliz, nadie sonreiría, y su madre aparecería con los ojos rojos impregnados de miedo mientras en su mejilla se posaría un orgulloso moreton ya violáceo.

Y su padre... Su padre no se presentaría.

El último suceso antes de la causa aparece a sus diecisiete años. Su padre nuevamente llegaria borracho a la casa, su madre presa del miedo se esconderia en la habitación matrimonial y él se esconderia bajo las sábanas de su cuarto inventando historias para calmarse.

Pero algo cambio, su cuerpo lleno de adrenalina tembló y se desquició, tiró todo lo que estaba a su alcance llamando la atención de su padre.

Lo único que quedo en su memoria fue el sonido metálico casi vibrante de las voces gritándole, aveces algunas frases vienen a su mente.

"Corta su garganta" Una voz gruesa.

"Hay que adornar el patio con sus víceras" La chillona voz de un niño.

A la mañana siguiente recuerda haber visto sus manos llenas del líquido escarlata, su madre gritar horrorizada y el sonido de las sirenas policíacas.

EDITANDO Voces | NamGiWhere stories live. Discover now