Two Shadow: La misión (Completa)

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 1

23 𝓭𝓮 𝓸𝓬𝓽𝓾𝓫𝓻𝓮

Como cada año, nos encontrábamos reunidos en el purgatorio a la espera de nuestra nueva misión, para los que no saben, cuando algo interviene en nuestro destino que no estaba en los planes de nuestro creador y nos pasa algo fatal, nuestros cuerpos quedan en lo que nosotros llamamos coma profundo; y es cuando nuestras almas quedan varadas en el purgatorio a la espera de poder regresar o no a la vida. Existe una única manera de regresar y es mediante misiones, la cual nos da la oportunidad de continuar hasta la fecha que estaba pactada con anterioridad en el libro de la vida.

Como cada año había almas conocidas, almas nuevas y por supuesto se sentía la ausencia de las almas que ya no estaban, ya sea porque habían cumplido su misión o por que habían fracasado en sus varias oportunidades. En este último caso... moríamos en la tierra y pasábamos al siguiente plano. No a todos nos dan la misma cantidad de oportunidades de volver a la vida, todo depende como éramos en la tierra. En mi caso soy un alma que por tercer año concurría aquella reunión, esta sería mi última oportunidad, si fracaso en esta misión me iré al cielo, o eso es lo que creo.

Luego de una charla introductoria para los que son "nuevos", se nos entrega a cada uno un pergamino correspondiente con nuestra misión, la mía esta vez era la siguiente:

-¿Ayudar a un niño? -hablaba conmigo misma en voz alta -Odio a los niños.

-No eres la única, en mi caso odio todo ser de la tierra -me dijo un alma desde algún lado.

Cuando logré saber de donde provenía la voz, se esfumó sin dejar ver su rostro. Ignoré lo que había ocurrido y seguí en lo mío, y pensándolo bien la tarea del niño era la más fácil.

Toda fiesta de Halloween tendrá éxito si ocurren cosas paranormales, como por ejemplo, que las cosas se muevan de un lugar a otro, que comiencen a flotar en el aire, que las luces se prendan y apaguen o simplemente dejarnos ver como lo que somos, fantasmas.

-¡¡¡Líder!!! -llamé a mi superior.

-Siempre ruidosa Isabella -le sonreí.

-Necesito hacerle una consulta.

-Dime.

-¿Cómo haré para saber que alma necesitará de mi ayuda?

-No te preocupes que antes de que comience a correr el tiempo para realizar tu misión te daremos todo lo necesario para que puedas cumplirla.

-Aaahhh...

-Aaahhh... -dijo de manera burlona -¿Irás a ver a tus padres?

-Si.

-Ten cuidado, la última vez casi te descubren ¿Sabes lo que te pasará si te descubren, verdad?

-Adiós a mi posibilidad de volver a la vida.

-Lo sabes y así y todo casi te dejas ver, cabezona. Ten cuidado, nada de hacer maldades.

-Sí señor -grité cual soldado a su superior y me esfumé literalmente.

Mi líder tiene razón cuando me pide que me cuide, la última vez que me presenté ante mis padres, casi revelé mi identidad. Todo por culpa de hacerme la justiciera; odio las injusticias y la falsedad, de esto último estaba lleno mi familia. No somos una familia millonaria, ni mucho menos, solo somos una familia que tiene un negocio, el cual sabemos manejar con mucho cuidado y no derrochamos el dinero, pero es algo que familiares de mis padres no entienden, y como mis padres son de buen corazón se abusan de ellos y más en estos momentos que tienen la mente ocupada en mi, a la espera de que ocurra un milagro y despierte o que ocurra lo peor, que yo deje este mundo.

En lo que llevo siendo un alma, he visto y me he enterado de muchísimas cosas, más que nunca quería volver a la vida, quería realizar bien mi misión. Tres años siendo un alma que vaga por la tierra me llevó a valorar la vida, me llevó a ver que la había desperdiciado, caí en cuenta que debía darle más amor a la gente que lo necesitaba, que lo material no era lo importante y que querer ser lo que no era para encajar no me traería nada bueno.

Me di cuenta que ser hija única no justificaba tener el pensamiento y algunas actitudes, verme en una cama de hospital, llena de aparatos que me ayudaban a "mantenerme con vida", me hizo caer en cuenta que el dinero no lo es todo en este mundo, que con el dinero no puedes comprar años de vida, amor, amistades verdaderas...

Los primeros meses mis padres se vieron acompañados, la mitad fue desapareciendo sin más, la otra parte que quedó fueron aquellos que decían ser mis amigos, visitaban a mis padres, les daban apoyo, luego... al igual que los demás poco a poco fueron desapareciendo, no los culpo de no seguir acompañándolos, no iban a dejar sus vidas diarias por ellos, pero ya no había una llamada, un mensaje, se olvidaron de ellos, pasé a ser nadie, me olvidaron como si hubiese muerto, a excepción de dos personas, las que menos imaginaba.

Ser un alma que busca recuperar su vida no es algo sencillo, es cansador. Uno debe enfrentar cosas para lo cual no está preparado; para ciertas acciones debe elegir bien a quien pedirle prestado el cuerpo, por que si la persona poseída se despierta de repente puede sufrir un colapso y morir por nuestra culpa, tampoco debemos hacer grandes cambios en su forma de ser, debemos evitar contacto con personas conocidas. Por esa razón no utilizo cuerpos y de usar, busco personas ebrias que quedan dormidas en callejones donde en su mayoría son gente sin hogar, son las que me dan más tiempo para realizar lo que quiero, o si quiero realizar algo durante el día busco personas que trabajan de noche, ya que durante el día descansan.

Para poder ver y abrazar a mis padres utilizo el cuerpo de una enfermera, son pocos los minutos que puedo utilizarla, pero el necesario para sentir el calor de ellos, brindarles unas palabras de aliento, sacarles una sonrisa. Si ustedes creen que ser un alma de ambulante es fácil, déjenme decirles que no lo es.

Faltaban alrededor de quince minutos para que llegue el día 24, me reuní con mi líder para los detalles de la misión, pero me pidió que esperemos a alguien más, imaginé que esperábamos a un superior, pero no.

-Perdón por llegar tarde. -era la voz que me había hablado en la entrega de las misiones.

-Está bien. -dijo el líder.

Levanté mi mirada para conocer al dueño de aquella voz hermosa, delicada. Me encontré con un muchacho de tez blanca, cabellos oscuros, un poco alto, hermoso a decir verdad, lastima la cara de pocos amigos.

-Bien, comencemos. Primero los voy a presentar; Isabella, él es KiHyun. KiHyun ella es Isabella, ustedes trabajarán juntos.

-¡¿Qué?! -los ojos del chico casi se salieron del asombro -las misiones son personales ¿Por que tendría que hacerlas con ella?

-Interesante -dije.

-Resulta que ambos tienen la misma misión y es una posibilidad de que las misiones sean un éxito y puedan regresar a sus cuerpos.

-Me importa poco si regreso, ¿No puede ser solo? -dijo el chico cruzándose de brazos.

-¿Isabella?

-Por mí, está bien. No me molesta trabajar en pareja. -elevé los hombros, al chico no le cayó bien lo que acababa de decir.