Volveré Junto a ti

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Publicado por primera vez el 15 de Octubre 2015

Reeditado: 20 de Septiembre 2020

Este fic puede ser usado como introducción de Sakura y las cartas. Fue escrito antes de que Clear Card iniciará. De hecho, es mi primer Fanfic de este fandom.

Volveré junto a ti

-Editado-

...

Las cuatro horas del vuelo de Tokio a Hong Kong nunca se le habían hecho tan largas como ahora.

En un principio regresaba sabiendo que la voluntad de su madre debía ser cumplida pero ahora que observaba el oso alado de felpa que tenía en sus manos, ese que había sido nombrado con el nombre de la chica de la que estaba enamorado, sus planes cambiaron totalmente. Volvería a su lado, así tuviera que derrotar a su madre para ello.

Tras asegurarse que Meiling durmiera en su butaca, volvió a dirigir su mirada al oso.

—No te preocupes, Sakura —sonrió alzando el oso frente a él—, terminaré todo lo que mi madre desea tan rápido como sea posible para volver a tu lado —se acomodó en el asiento y cerró los ojos abrazando el peluche—. Volveré y será para siempre.

-.-.-.-.-.-

Ahí estaba Shaoran una vez más parado en el basto jardín de la mansión Li, volver a ver a su familia después de esas semanas en Tomoeda no le producía mucha emoción. Incluso esta vez, era menor a cuando regresó por primera vez. Solo estaba de regreso por ser el único hombre de esa familia. Estaba ahí para reemplazar a su fallecido padre en los asuntos de negocio de la familia, así como también ocupar un lugar en el Círculo de Magia de Hong Kong al que pertenecía el clan Li desde los tiempos de las Guerras civiles chinas. Aspiró profundo tomando la maleta para avanzar. Primero se cruzó con varias doncellas que trabajan en la casa a las que respondió con un movimiento de la cabeza, llegó a su habitación y ni bien abrió la puerta, sus cuatro hermanas mayores saltaron a abrazarlo exclamando lo alto que se veía.

«¿Qué tal volver a Japón?»

«¿Pasó algo emocionante?»

«¿Algo que contarnos?»

«Meiling nos contó por teléfono que algo impactante sucedió...»

Las cuatro hablaban y hablaban, pero él solo se limitó a seguir hacia su cama para dejar la maleta sobre el colchón. Quizás si alguna de ella tuviera una pizca de magia, él podría haberse quedado en Japón; pero no, ninguna de sus hermanas era capaz de manejar ni el más mínimo nivel mágico que él poseía aun siendo entre ocho y seis años más joven que éstas.

De pronto el ruido que hacían las chicas fue silenciado y Shaoran volteó hacia la puerta. Ahí estaba ella, su madre con su elegante figura y estilizado porte, y detrás suyo el mayordomo de la mansión con una pila de papeles. El joven entrecerró los ojos al ver que la visita de su madre venía acompañada de más responsabilidades.

—Bienvenido a casa —dijo ésta, indicándole al hombre tras ella que se adelantara hacia su hijo. Éste obedeció, dejó en el escritorio de la habitación un par de cuadernos y libros, hizo una corta reverencia y se retiró—, la comida estará servida en una hora —giró para retirarse—, puedes empezar leyendo esos libros para recuperar el tiempo perdido.

—Este... —Shaoran observó los libros y luego a su madre que se iba— ¡Madre, madre espere! —la llamó haciendo que Ieran se detuviera y mirara a su hijo menor— Madre yo... —no pudo mantenerle la mirada, por lo que la bajó levemente— yo quiero...

Volveré junto a tiWhere stories live. Discover now