Soñando en nuestro hogar

Los personajes no me pertenecen son propiedad de la gran Rumiko Takahashi.

Esta historia es sin fines de lucro por el puro gusto de echar a andar mi imaginación, les comento antes de que inicien a leer que este oneshot fue escrito como respuesta a la convocatoria hecha hacia los escritores que lleva por nombre SEXTEMBER, por la página de Facebook fanfics y fanarts de Ranma latino. Les advierto este es mi primer lemon por lo cual seguramente lleva errores o tal vez tenga partes burdas y difíciles de entender.
Definitivo este será mi debut y despedida pues aunque lo tome como un reto personal, estos temas fueron difíciles para mí, me quedo en mi zona de confort donde las temáticas de seres mágicos y mundos inexistentes son los protagonistas, como se lo dije a mi preciosa beta el romance no es lo mío y creo que quedara claro cuando inicien a leer.
Quiero aclarar o mencionar que sin mi beta Ziari27 esta historia hubiera sido un verdadero desastre, le agradezco con el corazón que siempre estuvo dispuesta para corregir y hacerme ver errores del tamaño del mundo que yo me negaba a distinguir y errores tan pequeños que jamás pensé fueran visibles…. Lo menciono de esta manera… para que sepan que esta historia tiene mucha esencia de ella…
Espero no decepcionar a nadie, ni mucho menos ofender con el contenido de esta historia…. Sin más preámbulo les dejo leer.

Soñando en nuestro hogar

En una maltrecha casa, se escuchaban los constantes golpeteos secos en contra de la mullida madera, uno, dos, tres martillazos y descansaba la acústica del lugar, siendo reemplazados por sonidos menos ensordecedores, el acomodo de las láminas de madera, unos serruchazos, silencio y una vez más los fuertes y contundentes golpes del pesado metal, sobre los afilados clavos incrustándose en las firmes tablas.

Dentro de la construcción se podía observar a un joven de oscuros cabellos atados en una larga trenza,  la cual descansaba en la sudorosa espalda del chico, se retiraba el sudor de la frente con el dorso de su mano, con algo de cansancio y fastidio reflejado en sus facciones. Suspiraba sonoramente observando como el lugar a pesar de sus reparaciones no había cambiado mucho, al dar un repaso con sus ojos a los avances en la estructura,  sonreía de medio lado al recordar  cada compostura que había realizado.

Ranma sabía que aquello no sería fácil, pero la compra de la gastada propiedad había sido una verdadera ganga,  era verdad que la estructura estaba descuidada, sucia por el abandono y el implacable paso del  tiempo, pero él era Ranma Saotome,  podría con la cansada tarea. La ubicación de la vivienda era perfecta, estaba situada cerca del Dojo Tendo, por lo cual trasladarse era sencillo, contaba con un amplio jardín, un estanque al cual le hacía falta mucha mano de obra, y pues que decir de las instalaciones del hogar, eran bastante deficientes pero contaba con los servicios  que el necesitaba para vivir.

La casa era de dos plantas pequeñas, en la parte superior contaba con una amplia recamara, la cual al colocar los muebles necesarios como una cama y un pequeño guardarropa dejaría de ser tan grande,  ahora lucia espaciosa porque solo descansaba en una orilla un doblado futon, el cual era  utilizado por el azabache para descansar cuando el agotamiento llegaba a su límite, justo frente a la puerta de aquella habitación, se encontraba un pequeño cuarto, el  cual adaptaría como una sala de estudio, pero que en un futuro podría ser ubicada como habitación para huéspedes o por qué no, la recamara del próximo heredero.

Las angostas escaleras daban hacia una estrecha  estancia donde difícilmente entraría una sala completa, el lugar era un salón abierto donde se tendría que acomodar una pequeña mesa para poder degustar los alimentos, ese recinto  era coronado con una rustica chimenea, pequeña... pero al fin y al cabo chimenea, perfecto para los crudos inviernos que azotaban a Japón.

La cocina era sencilla solo lo básico para realizar sus comidas, la estufa, refrigerador y una cocineta que les permitiría preparar los alimentos del día a día. Aquello parecía una casa de muñecas en la mente de Ranma, pues después de haber vivido tantos años con los Tendo, tendría que admitir que la casa de su tío era bastante amplia, y se podría decir que hasta lujosa.