❁ ⸙͎۪۫ ᵖⁱⁿᵏ ⸽ ʳᵉⁿᵐⁱⁿ ۰ ʲᵃᵉʲᵘⁿ

「 01 」

Jaemin quería decorar su nuevo apartamento con tantos colores, algo que sin duda para Huang Renjun llegaba a ser algo desagradable e irritante, puesto que el mayor llegaba a preferir colores neutris o más serios, siendo selectivo entre aquellos como beige, blanco, gris o negro, mientras tanto Na, por su parte deseaba poder decorar todo con colores pasteles, descatacando entre ellos el rosa por todos los rincones del apartamento, el cual lograron adquirí hacía ya un par de semanas con ayuda de sus ahorros.

—¿Qué te parece este color?— cuestionó Jaemin sosteniendo entre sus manos la muestra de tela impuesta por la tienda.

—Asqueroso— se limitó a contestar con disgusto en su tono de voz, no le gustaba para nada ese color naranja paseó la mirada por el establecimiento y las estanterías de tamaño colosal con diferentes diseños, colores, y gravados en las telas.

—Oh, vamos, no pienso pasar metido nuevamente en un apartamento con colores aburridos— estableció el menor, indicándole a su vez a la dependienta que llevarían de esa, Na visualizó lo lindo que se vería ese color en sus sillones pequeños para la habitación.

—Primero. No son colores aburridos— reprochó alzando su mirada al más alto y posando una mano en su cintura, mirándole desafiante— segundo. No pienso dormir contigo si mi cama tiene sábanas rosadas, dios, es tan patético— expresó exasperado.

—¿Y cuáles colores sugieres, eh?— preguntó con desinterés, avanzando por el lugar en busca de otras telas.

—Podrían ser colores menos extravagantes, azul, beige o caoba en cuanto a la ropa de cama— sugirió encogiéndose de hombros— las cortinas podrían ser blancas o beige y...-

—Tu solo tienes beige en la cabeza— replicó Na, sin permitirle a Renjun terminar de hablar. —Tu cabello era rosa antes, ¿qué hay de malo en tener las sábanas rosas?.

—Puedo usar el rosa en mi ropa y mi cabello, pero, Jae, rosa para las paredes, las cortinas, la cocina, el cuarto de baño, la ropa de cama, los pijamas, los muebles, ¡Es jodidamente innecesario y exasperante!— agregó alterado por la simple idea de tener un departamento completamente rosa— parecerá el apartamento de barbie— comparó angustiado.

—Tu no vas a decir que hacer.

—Que te den por culo entonces— chistó— dormiremos en habitaciones separadas— dispuso alejándose dos pasos del cuerpo de Jaemin— a partir de hoy estableceremos límites de distancia.

—Eso es lo que yo hago contigo— habló con perversidad, resibiendo un sonrojo por parte del mayor— y no vas a establecer límites de distancia, dormiremos en la misma habitación y me darás un besito de buenas noches, otro de buenos días, otro para el desayuno, para el almuerzo, para la merienda, para la cena, cuando quiera hacer ejercicio, cuando vayamos al c...

—¡Claro que no!.

—Claro que sí.